Capitulo 60.

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Capitulo 60.

Desperté más calmada de lo que me encontraba el día anterior.
Estaba dispuesta en buscar a Lauren, era una locura pero debía hacerlo, sé que cometí un error y no fue mi intención, menos a la persona a quien más amo.

-Iré por ella. -dije con convicción- lo juro.

De pronto un recuerdo fugaz vino a mi, recordé los cortes en sus brazos. Me estremecí al recordar esas imágenes, en ese momento las lagrimas volvieron a salir de mis ojos.
¿Y si volvió a hacerlo?. Todo por mi culpa. Herí a la persona que más he amado en esta vida, que estúpida soy. Me golpeé con la mano en la frente por la frustración acumulada. Pido que no haya hecho nada.

Me fui a dar una ducha, me coloqué ropa limpia y fui a desayunar a una cafetería que estaba cerca del departamento. Sola. Realmente no tenía ganas de hacer nada más que buscarla, es lo que más me importa.

Mientras salía para regresar, mi celular vibró en el bolsillo de mi chaqueta. Era Chris.
Le contesté rápidamente.

-¿Chris?, ¿La encontraste?.

Chri: No Camila, no la encontramos. ¡Nadie sabe en donde se encuentra!. -me gritó.- ¡Te juro que si le llegara a pasar algo la culpa será tuya! ¡Tuya! -cortó la llamada.-

-Gracias Chris, sé que es mi culpa y lo seguirá siendo. Gracias por recordarlo.

Le hablé sabiendo que él no escucharía.

Mierda, Lauren. ¿En dónde te encuentras?.
Me dirigí a la universidad, ya me perdí la primera clase y no quiero seguir haciendo eso.

Mientras caminaba hacia el edificio mis lagrimas caían por mis mejillas sin ningún control.
Pasaba por la calle 67, una antes de la universidad y frente a mi estaba ella.
Besaba a Alexa como la ultima vez. La tenía atrapada contra la pared de una librería. Ambas se voltearon a verme con una gran sonrisa en sus rostro, lo hacían a propósito.
Mi corazón se aceleraba de golpe, estaba a punto de acercarme mucho más a ellas...
Y desaparecieron.

No entendía lo que me estaba pasando, mi mente se estaba imaginando cosas y tarde o temprano me volverán loca, si es que ya no lo estoy.
Tal vez no me logro imaginar una vida si no es con ella, estoy muriendo en vida, porque la mujer más importante para mi... me odia.
Me senté contra la pared en donde las vi y abrace mis piernas fuertemente.

¿Qué mierda hago ahora?.

xxx: Hija, ¿Te encuentras bien?.

Levanté mi cabeza para observar a una anciana que me observaba con ternura, si supiera el asco de persona que soy en realidad.

xxx: ¿Puedo ayudarte?, te ves muy triste.

Extendió su mano para ayudar a levantarme. Lo hice.
Sus manos estaban frías, pero eran acogedoras.

-Usted... ¿Me dejaría hacer una llamada desde su celular?. -mi voz a penas se escuchaba.- Es urgente.

Ella asintió confundida y entregándome su celular, que era uno de esos que a penas logra llamar, tiene los primeros juegos que existieron para estos aparatos. Y si le llega a pasar un enorme camión por encima seguirá funcionando.
Era lo de menos, solo quería llamar.
Anoté el número, que a estas alturas ya sabía de memoria.

-Me dirás ahora mismo en dónde te encuentras.

Hablé a penas contestó.
La llamé desde otro celular porque la muy estúpida no me contestaría si veía mi nombre en el identificador de llamadas.

Lauren: ¿En serio creíste que volvería a Miami?, que ridículo.

Su voz ya no era la misma; era una voz amenazante, enojada... frustrada.

-Dime en dónde estás. Te necesito, amor.

Lauren: No, porque sé de lo que eres capaz. Te conozco. -guardó silencio.- Y ¿Me necesitas?, que raro. -suspiró.- Si te dieras el trabajo de buscarme te tomaría años, quizás toda tu vida. No te molestes en hacerlo. Que tengas un buen día. -cortó.-

Una lagrima cayó.
Le entregué el teléfono a la anciana, que me observaba con bastante tristeza.
Ella no volverá. Tampoco sé en donde está.

xxx: Ven. -me envolvió en sus brazos.- vamos por un café, te calmará.

¿Cómo puede una desconocida hacerme sentir mejor?. Yo ya había desayunado, tomado un café y todo, pero ya no importaba, tal vez como ella dice, me calmará.
Llegamos a una cafetería, nos sentamos y yo seguía llorando. Todo las personas que estaban en el lugar me observaban fijamente.

Anciana: Corazón, si es por amor, todo estará bien.

-No es cierto, se fue... y no volverá. Todo por mi culpa.

Anciana: ¿Por tu culpa?, ¿Qué pasó entre tú y él, cariño?.

-Yo... mientras estábamos juntas, sí, juntas... era un ella no un él... -cubrí mi rostro, me sentía ridícula.- yo al mismo tiempo estuve con otra persona. Lo arruine todo.

Anciana: No te aflijas, si el destino las quiere juntas así será. Yo también pasé por algo como eso hace años

Ella me sonrió. Su voz estaba agotada, como todo anciano. Una voz que te tranquiliza.

-¿Sí?, ¿Qué pasó con él?.

Anciana: Él fue el padre de mis hijos.

«El fue»... ¿Fue?.

-¿Fue?

Anciana: -sonrió tristemente.- El falleció. No importa el presente para mi, tuve una vida hermosa junto a el y pronto espero para volver a estar juntos. -suspiró.- hija, si la amas... ten paciencia... el destino las juntará.

Don't Forget Me. «Camren»Where stories live. Discover now