Capitulo 19.

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Capitulo 19.

*POV Camila*

Mi mamá.
Pasaron días en los cuales no hablaba con ella, puesto que si ella no quería tener una hija enferma, yo ya no sería su hija, así de simple por más infantil que fuera, según mi novia.

Cuando la jornada de la escuela acabó, Lauren me preguntó si quería ir con ella a la playa, en una pequeña notita que me causó demasiada ternura solo porque había un corazón en la esquina junto a una carita feliz. Obviamente no me negué.
Lauren subió a su moto conmigo detrás, abrazándola por la cintura, y nos fuimos de allí.

No pasó demasiado tiempo cuando llegamos a la playa, ya que ella había elegido una que elegía una que estaba bastante cerca, para no ir demasiado rápido.

Estuvimos horas conversando sentadas en la arena, con nuestras manos entrelazadas y nuestras cabezas apoyadas en la otra.
Yo le hablé de mi infancia, y ella trató de hacerlo, pero el hecho de que se le complicaba confiar un poco en mí se lo impidió. Pero yo no tenía problema, porque sabía que ella me hablaría de eso cuando se sintiera cómoda. No iba a presionarla con un tema como ese, el que ocultaba tantas cosas y explicaciones.

Lauren: Tengo que ir a dejarte a casa. Se está haciendo tarde y comienza a hacer frío.

-No, por favor.

Lauren: Entonces vamos a mi casa. ¿Qué dices?

Al llegar a casa de Lauren, mi celular comenzó a sonar, y esperé unos segundos por si cortaban, pero el sonido no se detuvo.
Cerré mis ojos unos segundos antes de mirar la pantalla de mi celular, porque si era mi madre, sabía que no era algo bueno, pero salía el nombre de mi padre.

-¿Si?.

Alejandro: ¿Hija?, ¿En dónde estás?. -dijo algo alterado.- ¿Estás bien?.

-Estoy con Lauren.

Alejandro: Oh, está bien. -suspiró con alivio.- ¿Me comunicas con ella?

-Claro. -dije extrañada, entregándole el celular a mi novia.- Quiere hablar contigo, es mi papá. Si dice algo que te molesta, entrégamelo.

Lauren: ¿Alejandro?, sí. -asintió, acercándose a mí y rodeándome con su brazo por la cintura.- No te preocupes, todo está bien. Sí, seguro. De acuerdo. Adiós. -cortó.- ¿Entremos?, hace frío.

Asentí, recibiendo mi celular y guardándolo en mi bolsillo trasero, preguntándome qué habían hablado.
Tomé su mano y entramos, viendo a un hombre sentado en el sofá, leyendo una gran cantidad de papeles.

Lauren: Michael, ella es Camila.

El hombre cambió rápidamente su expresión calmada por una seria, pensé que era por mí, pero luego noté que era por Lauren. Esto formando un ambiente tenso.

Michael: Con que tu eres Camila. -me extendió su mano.- Mucho gusto.

-Igualmente, señor.

Le di un apretón de manos sin mucha gracia, tomando con más fuerza la mano de Lauren.
No me agradó de presencia, y esperaba que eso cambiara.

Lauren: Ven.

Besó mi cien y tomó mi mano, llevándome a la segunda planta, directamente a su habitación.
Entrando vi todos esos hermosos dibujos. Ahora que cubrían todas las paredes. No había siquiera un pequeño espacio donde se lograra ver el color del tapiz.

-Ahora tienes muchos más, muy bonitos, por cierto.

Lauren: Gracias. Me gusta verlos en mi habitación, en especial a ese. -apuntó un dibujo al frente de su cama.- Ese es hermoso.

Don't Forget Me. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora