Don't Forget Me. «Camren»

Capitulo 21.

Capitulo 21.

Luego de aquel día, pude notar que Lauren se esforzaba cada vez más para fortalecer nuestra relación y la confianza, ya sea llevándome a lugares o estando horas hablando. Realmente era muy tierna conmigo, pero en el momento de estar con sus llamados amigos, ella cambiaba completamente, pero ¿Qué podía hacer?, absolutamente nada. Solo callarme la boca.

Con Ally, Normani y Dinah, salimos del salón y caminamos hacia la cafetería, pasando por entre las mesas, yo quedándome atrás unos segundos por haber tirado un papel a la basura.

Drew: Miren. -rió, apuntando a mis amigas.- Son las tres chifladas.

Miré a su grupo, buscando a mi novia, ya que ella seguramente no me dejaría hacer lo siguiente. Ella solo no quería que me metiera con ellos, pero como ahora no estaba, me daba igual.
Cuando me aseguré de que tampoco se acercaba, hablé con seguridad.

-No las trates así, inútil de mierda.

Drew: ¡Wow! -alzó sus brazos, en signo de rendición.- Apártense, que la pequeñita nos puede matar a todos.

-No tienes idea de cuanto me encantaría hacerlo, Drew.

Drew: No me desafíes, bonita. No sabes de lo que soy capaz.

-Vamos, quiero verte, imbécil.

Drew se levantó de donde estaba, se abalanzó a mi y me tomó del brazo, apretándolo con mucho fuerza, esto logrando levantarme un poco.

Drew: ¿Estás segura?.

-Claro que sí.

Dije con completa normalidad, también sonando algo desafiante, lo que fue un fracaso.
Mi brazo comenzó a palpitar y a doler mucho, tanto que estaba muy segura de que quedaría morado o algo ya para mañana.

Drew sonrió y me empujó, yo cayendo con fuerza al suelo, un segundo después sentí que todo mi brazo quemaba.
Ellos se fueron porque el director se acercaba al lugar, dándoles la oportunidad a las chicas para que me levantaran y me ayudaran a ir a la enfermería. Drew me apretó tanto que quedaron sus dedos marcados en mi piel blanca y delicada por lo que se notaba demasiado.
Me ardía y dolía mucho. Dios, Lauren se iba a enojar.

*POV Lauren.*

Me sentía tan frustrada porque era hora del almuerzo y no encontraba a Camila por ninguna parte, a pesar de que habíamos quedado en almorzar juntas.
Busqué a Camila por todos lados, pero no la encontré y me molestó que se le haya olvidado que estaríamos juntas. Porque a ella le molestaban mis amigos, y para que se sintiera mejor, yo quería almorzar con ella, pero ahora simplemente no está.
No sabía siquiera en dónde buscar, así que con un gruñido comencé a preguntar.

-¿Has visto a Camila Cabello?.

xxx: No, lo siento.

-¿Has visto a Camila Cabello?, ¿Una bajita bonita?.

xxx: No.

-¿Has visto a Camila Cabello?

xxx: Sí, creo que está en el baño.

Asentí soltando un suspiro de alivio al haber recibido una pequeña ayuda para encontrar a mi novia.
Al entrar al baño escuché a alguien llorando. Conocía ese sonido, y tuve mucho miedo de la razón de su llanto.

-¿Camila?, Camila, mi amor.

Me coloqué frente al cúbiculo de donde provenía el llanto y golpeé un par de veces, sin recibir respuesta.

Camila: ¿Quién te dijo que estaba aquí?. -dijo entre el llanto.- Especifiqué que no te dijeran nada.

-¡Camila, abre la puerta!, ¿Estás bien?. -esperé respuesta, pero no contestó porque obviamente era un no.- Camila, abre la puerta. -alcé la voz.- ¡Camila!.