Capitulo 32.

22.7K 927 50
                                    

Capitulo 32.

Hoy en la noche era el baile de graduación y ya para mañana me voy de este lugar a comenzar algo nuevo y espero que mejor.
Comencé a alistarme porque solo restaba una hora y media para que las chicas pasaran por mí.
A veces creo que debería aprender a conducir, para que no pasen por mí.

Me coloqué el vestido blanco, ondulé las puntas de mi cabello y coloqué un hermoso lazo negro con una rosa para sujetar los cabellos que puedan cubrir mi rostro.
No me coloqué mucho maquillaje, porque una vez Lauren me dijo que veía mejor sin tanta falsedad en mi rostro. Aquel día me sentí realmente hermosa ante sus ojos.

~Flash back.~

Era Domingo por la mañana y me levanté corriendo hacia el baño porque Lauren vendría por mí. Tomé una ducha, me vestí y cepillé mi cabello.
Me desperté bastante tarde, y seguro que Lauren ya me estaba esperando abajo.
Logré escuchar unos pasos subiendo la escalera cuando estaba haciendo el intento de maquillarme, y apareció Lauren en la puerta de mi habitación, cargándose en el marco de esta y mirándome con una sonrisa torcida.

Lauren: No hagas eso.

Se acercó a mí, quitando las cosas de mis manos y dejándolas a un lado.
Tomó una toalla que estaba en la puerta y suavemente limpió mi rostro, dejándome sin maquillaje. Ahí sonrió mirándome fijamente.

Lauren: Eres hermosa tal cual eres, no necesitas eso. -apuntó los objetos.- Tus labios son perfectos con tu color natural. Tus ojos resaltan sin necesidad de esas cosas. -besó mi frente.- Totalmente perfecta sin nada de maquillaje.

Era la primera persona en decirme eso que mis ojos se cristalizaron levemente y la besé, agradeciendo la confianza en mi misma que me estaba dando.

~Fin Flash back.~

Recordar eso me cambió un poco el ánimo, y me enojé un poco, porque necesito estar bien... por Lauren.
Dieron tres golpes es la puerta de mi habitación.

-Pasa.

Sinu: Hija, las chicas te están esperando. -me miró, sonriéndome con una destacable emoción.- ¿Me dejas sacarte una foto?. Estás hermosa, cariño.

-No mamá, ya debo irme.

Le di un beso en la mejilla y salí corriendo hacia la primera planta.
Cuando las chicas me vieron alzaron sus brazos, agradeciendo que al fin había bajado.
Fui con ellas, subiéndonos rápidamente al auto y comencé a reír un poco, porque todas sabían cuánto me tardaba, y al parecer hoy me retrasé más de lo normal.
En el camino comenzaron a regañarme por demorar tanto, pero yo solo reía.

Al llegar a la escuela los nervios comenzaron a florecer en mi estómago, y mucho más cuando me bajé, porque todos nos miraban, y me sonrojé un poco mientras entramos al lugar.

Lo primero que vi fue a Alexa, quien me miraba con enojo.
A veces me preguntaba el porqué Lauren fue capaz de estar con alguien como ella que no la merecía. Alexa no merecía siquiera una pequeña lagrima de Lauren.

Bailé con mis amigas hasta que nos dolieron los pies, luego nos fuimos a sentar y nos reímos bastante, hablamos de cómo éramos cuando pequeñas y no ha cambiado nada en lo absoluto.

-Las extrañaré demasiado.

Hablé mirando a cada una lentamente. Las tres se levantaron para abrazarme tan fuerte que casi no lograba respirar. Una lagrima se salió tímidamente por uno de mis ojos, cayendo y vagando por mi mejilla.
Nombraron al rey y a la reina del baile. Una completa estupidez, ya que salió Drew y Alexa, lo que todos sabían de anticipación. Era obvio que esos dos idiotas saldrían ganadores.

De a poco todos se fueron retirando del lugar, incluyéndonos a nosotras.
No me sentía muy bien porque iba a ser la última vez que vería a mis amigas en un largo tiempo.

Cuando llegué a casa me quedé observándolas con mis ojos cristalinos. Si fuera por mí me las llevaría en la maleta, pero con suerte solo entraría Ally.
Me bajé del auto, y fruncí el ceño cuando ellas se bajaron conmigo.

Ally: No queremos que nos olvides, así que... -sacó un pequeño álbum de fotos que ocultaba tras de su espalda.- te hicimos esto.

Lo tomé con cuidado y ni siquiera lo abrí, solo permití que las lagrimas fluyeran fuera de mis ojos, aferrándome a ellas y fundiéndonos en un fuerte abrazo.

-Prometo que vendré cuando se me dé la oportunidad. -traté de tragar mis lagrimas, pero se me hizo imposible.- Las amo.

Estuvimos unos minutos más despidiéndonos y yo entré a mi casa silenciosamente para no despertar a nadie, y es que ya era bastante tarde. Saqué mis zapatos para llevarlos en la mano y subir las escaleras con mas facilidad.
Al llegar a mi acogedora habitación me tumbé en la cama como un saco de papas, estaba muy cansada. Minutos después ya estaba durmiendo, casi en un estado de coma.. muy profundo. Por mas emocionada que estaba por el viaje, estaba muy triste, y deseé no despertar nunca más.

Don't Forget Me. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora