De repente Jackson contempló a Lydia. La chica estaba observando un punto exacto en la pared. Parecía asustada y las lágrimas empezaban a recorrer sus mejillas. - ¿Lydia? - la llamó preocupado, y todos se dirigieron a ella.

- Lydia, ¿que sucede? - preguntó Stiles tomándola delicadamente del brazo.

- Está por pasar... - murmuró ella con voz quebradiza.

- ¿Qué está por pasar? - preguntó esta vez Allison.

- Derek, tenemos que ir al bosque. - dijo el castaño ignorando la pregunta de la chica.

- Quédate aquí. - le ordenó el hombre con el ceño fruncido. - Vamos al bosque, puede que una de esas cosas esté rondando por ahí. - le habló al resto de la manada.

- ¡Ah, no! Olvídalo Derek. Iré con ustedes. - le contradijo el chico. - No me quedaré aquí solo. Y podré defenderme ahí afuera. - Derek soltó un bufido para luego asentir con desgana. Acto seguido, toda la manada se encaminó al bosque. Antes, Stiles tomó su bate de béisbol.

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Mientras la manada caminaba por el bosque, Lydia supo que estaban en el lugar correcto, ya que el lugar se veía idéntico al que apareció en las aparentemente visiones que tenía. La niebla, el silencio... - Estamos cerca. - avisó poniendo alertas a los hombres lobo.

- ¡Allí! - exclamó Cora, apuntando hacia unos quince metro de ellos.

Ambos Alphas rugieron con fuerza mientras todos, excepto Stiles y Lydia, corrían hacia la bestia. Era enorme y esquelético, tal y como lo vio la pelirroja. Y por desgracia llegaron tarde. La mujer ya estaba muerta, la horrible criatura había devorado sus órganos.

En cuanto estuvieron lo suficientemente cerca, los lodos se detuvieron y se pusieron en modo de ataque. El Íncubo solo se quedó estático en el lugar y abrió sus alas, dispuesto a huír. Pero Derek pensó más rápido. Dio un salto y se lanzó sobre el demonio.

Lydia y el castaño se acercaron a los demás y observaron la pelea entre el miembro de su manada y la bestia. El Alpha llevaba ventaja; le dio varios arañazos en el estómago y otros puños. El oponente alcanzó a golpearle unas pocas veces.

- Interrumpimos su cena. - musitó el Alpha menor hacia la manada.

- Por eso esta débil. - aclaró Jackson.

Pero el Íncubo, harto de los golpes. Dio un último zarpazo hacia Derek y lo arrojó a unos cuatro metros donde éste no tuvo problema en levantarse con facilidad.

De repente el demonio giró la cabeza hacia la manada. - Stiles. - nombró al chico con una voz escalofriante, como si fueran cuatro voces en una. La criatura parecía sorprendida de ver ahí al castaño, quien comenzó a temblar de nervios, incomodidad y confusión. Y como si eso fuera poco, todos los hombres lobo clavaron sus ojos en él, provocándole aún más nervios. ¿Qué diablos significaba todo aquello?

Entonces Derek notó que el demonio desapareció sin hacer ruidos. Se desvaneció ahí mismo o se escabulló mientras prestaban atención al joven Stilinski.

- ¿Donde se fue? - dijo Cora. Todos volvieron a la normalidad y la menor corrió hacia su hermano para corroborar que estaba bien. Y así era, no le ocurrió nada más que unos cuantos rasguños en el pecho.

Minutos más tarde, Derek se acercó al cuerpo sin vida de la mujer y se arrodilló frente a ella.

Tras él, Stiles se posicionó de cuclillas al lado del mayor, restando importancia a la piel desgarrada y sangre del cuerpo. Por suerte la oscuridad de la noche le ayudaba a no darle tanta impresión. - ¿No la conocías, verdad? - preguntó al ver que el mayor lucía muy afectado anímicamente.

Beat of my heart | Sterek |Where stories live. Discover now