Anécdota 86

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Anécdota de @Akirokuma

Resulta que a mi madre y a mí nos encanta ir a la piscina, así que vamos como dos veces por semana a un centro acuático a nadar.

Un día glorioso yo me estaba vistiendo cuando me di cuenta que sólo me había traído la ropa interior al vestidor y había olvidado unos shorts y una blusa en la bolsa en la que traíamos el cambio.

—¡Mamá! ¿Podrías pasarme los shorts y la blusa? —pregunté alzando la voz.

No hubo respuesta, pero automáticamente vi que alguien colgó un par de shorts de la pared que separaba mi cubículo con el de la izquierda. Asumí que era el cambio que mi madre me había pasado.

Tomé los shorts y apenas los extendí frente a mí, cayó un sostén al suelo que no era mío. ¿Me lo habría pasado mi madre por accidente?

Luego me di cuenta que los shorts no eran de mi talla y

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Luego me di cuenta que los shorts no eran de mi talla y...

—¡Perdón, niña! Creo que tomaste mis cosas por accidente. ¿Podrías devolverlas? —se escuchó desde el cubículo próximo.

Me llevó un tiempo comprender que, evidentemente, había tomado unos shorts y un sostén equivocados

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Me llevó un tiempo comprender que, evidentemente, había tomado unos shorts y un sostén equivocados. ¿A quién se le ocurre colgar su ropa justo después de que alguien a su lado acaba de pedir un cambio? Pues a me vecina de cubículo a la que nunca le vi la cara, por supuesto.

En un arranque nervioso le pasé la ropa por el suelo y me disculpé como pude.

Estuve allí unos minutos esperando a que se escuchara a la mujer marcharse. Una vez que escuché que seguramente se estaba yendo, volví a llamar a mi mamá a todo volumen, hasta que finalmente respondió.

—Perdón, es que estaba en las duchas —se disculpó y me entregó mi ropa.

Gracias a Dios nadie jamás se enteró de lo ocurrido, porque seguro me hubiera molestado el resto de mis días con eso.

Y si alguna vez me vuelvo a encontrar con la mujer, afortunadamente no podremos reconocernos. Espero.


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