Anécdota de @valenbelu
Para empezar, tengo dos pares de aurículas negras, uno que anda y otro que está roto en el que se escucha por el audífono del celular.
Yo no soy religiosa, pero mi tía sí, a lo que me obligaron a ir al bautismo de mi prima. Hasta ahí todo bien, pero llegó un momento de la misa en que me aburrí DEMASIADO y como estaba en las sillas del medio, saqué mi celular y auriculares para hablar con mi mejor amiga.
Estábamos charlando muy bien, cuando me envió un video, y yo, ingenua, me puse mis auriculares y di play al archivo.
PÉSIMA IDEA.
Eran gemidos.
Y traía los auriculares que se escuchaban por fuera. Peor aún, no podía parar el video porque se había trabado mi celular.
El cura y prácticamente toda la gente que estaba ahí me miró indignada, incluso algunos taparon las orejas de sus hijos.
Yo estaba roja y mi madre me miraba con cara de querer matarme. Me paré lentamente de la silla e inicié una marcha fuera de la iglesia, acompañada por el sonido de los gemidos.
¿Adivinen quién se ganó unos madrazos cuando llegó a casa?
ESTA NENA.
@NekoTheSinger dijo... ¡que se desmayaría si la saludaba! Más ganas de hacerlo me dieron.
ESTÁS LEYENDO
Anecdotario Público
RandomEntre para más información o llame al número que aparece en pantalla. Si marca ya, ¡se llevará totalmente gratis un segundo Anecdotario Público! ¿Qué espera? ¡Levante ese teléfono y ordene el suyo! Válido hasta agotar existencias.