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Resulta que cuando estaba en el kínder, había una asamblea por el 16 de Septiembre (independencia de México). Mi mamá no pudo llevarme por su trabajo, así que fue mi papá quien me llevó. Todo iba muy bien; mi grupo era el último en bailar... y a mí me andaba mucho del baño. Mi papá me dijo que esperara un poco, pero no aguanté, de modo que me acompañó a los sanitarios.
Cuando salí, mi grupo estaba a punto de participar; mi papá me subió la falda a toda prisa y considerando que me quedaba grande, tenía que hacer varios nudos, aunque por el alboroto solo alcanzó a hacer uno.
Las cosas marchaban de maravilla en el baile... hasta que, de repente, se me cayó la falda.
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Ahí estaba yo, en medio de la plaza cívica, con la falda abajo y mis calzones a la vista de todos. Recuerdo que incluso pararon la música. Mi papá llegó corriendo, me cargó y huyo conmigo al baño.
