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¿Qué espera? ¡Levante ese teléfono y ordene el suyo!
Válido hasta agotar existencias.
Un día mi abuela me llevó de compras, y ella se quedó viendo ropa interior... así que yo fui a pasearme por la tienda, cuando vi a un muchacho guapísimo. Comenzamos a charlar, pero pocos minutos después llegó mi abuela y se interpuso entre ambos para medirme por encima un sostén.
—¿Esto te queda? —dijo ella.
Y yo así de...
—¡Sí me queda! —me apresuré a decir.
Me sentí aliviada cuando mi abuela se fue, de modo que el muchacho y yo continuamos platicando. Entonces escuché un grito desde otro pasillo...
—Aprovechando que estamos aquí... ¿Usas toallas o tampones? ¡Para llevarte un paquete!
Sí, otra vez mi abuela.
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¿Adivinen quién lleva un año de relación con el muchacho? Pues yo no, ya que después de responder a mi abuela me di la vuelta y él había desaparecido.
¡Te amo, abuela!
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