Celos

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Yuki y Silvia subieron a la habitación que Axel había preparado para los invitados, era pequeña pero podía fácilmente ser disfrazada como su habitación propia.  Ese fue el lugar donde las chicas se marcharon a charlar.

- Yuki, te dejo unos bocadillos, allí hay jugo.  Me voy a dormir un rato, me duele la cabeza.  Justo conocerte Silvia- Axel estaba bastante cansado, cansado de sus pensamientos, cansados de todas sus preocupaciones y sobre todo cansado de las mentiras.

- ¿De verdad estas casada con él? No parece muy amoroso que digamos. - Silvia parecía desconcertada, no era la misma persona que le había dicho Yuki.

- Esta cansado, últimamente tiene mucho trabajo, aun así, siempre se toma su tiempo conmigo.

Yuki estaba preocupada, Axel estaba bastante estresado con su trabajo, parecía que la pequeña del caso de paternidad se había complicado; si bien Axel no le contaba sobre las cosas del trabajo, era evidente su frustración, ambos padres tenían su fuerte, la madre se desvivía trabajando y el padre era un padre devoto, ninguno había faltado hacía con la pequeña, sin embargo, ambos tenían otras parejas y deseaban ser felices con su pequeña.  No había mucho material para poder proseguir con el caso y cuando le preguntaban a la pequeña, ella misma deseaba quedarse como hasta ahora, así que el caso estaba dando vueltas en círculos.

- Parece el hombre perfecto.  Y bueno, ¿No te dan ganas de hacerlo con él? - preguntó de forma pícara.

- ¡Silvia! Por Dios, que cosas dices, aún estoy en la escuela.

- ¿Y eso qué?  Yo ya lo hice. - a Silvia le encantaban las reacciones de su amiga, no sabía cuan inocente podía llegar a ser en ese sentido, siempre había tenido problemas con los chicos por su físico, pero nunca pensó que el problema fuera más allá como para no disfrutar del sexo.

- ¿Cuándo? ¿Con quién?  Pero si no tienes novio. - Yuki no comprendía, hasta donde sabía Silvia no había tenido pareja nunca, sin embargo, parecía que para ella no importaba el vínculo sentimental; no podría compararse con ella nunca.

- ¿Recuerdas las vacaciones en la playa el año pasado?  Ah, era un chico tan lindo... Valió la pena que fuera la primera vez, aunque estaba algo avergonzada, fue muy tierno.  Aún ahora lo sigo visitando en las vacaciones o fines de semana cuando vamos para allá, deberías intentarlo, se vuelve adictivo.

Las mejillas de Yuki se tornaron rosas, no volvería a ver a su amiga de la misma manera, pero tampoco podría odiarla, cada quien vivía la vida como deseaba; si tan solo ella tuviera el valor para tomar esa decisión.  Axel había cumplido su promesa de no volverla a tocar de forma pervertida o con intensiones ocultas, pero algo en su interior se inquietaba de manera alarmante; quizás Silvia sabría que hacer en esos casos.

- Eres genial, quisiera tener el mismo valor que tú... digo, yo ya estoy casada, sería normal hacerlo, ¿No? - soltó de repente, estaba enfrascada en sus pensamientos, no deseaba perder a Axel, no deseaba que alguien mayor y más atractiva llegara a su vida y se lo arrebatara, de repente tenía las esperanzas de poder abrazarlo y escuchar pronunciar de su parte que la amaba, pero eso solo eran ilusiones suyas.

- Cumpliste el sueño de muchas... casarte virgen.  Si tienes ganas solo tienes que pedirlo.  El 80% del cerebro masculino solo piensa en sexo, lo demás se divide en dormir, comer y beber cerveza.  Bueno eso dice mi madre cada que ve a papá.

- No creo ser del tipo atractiva para él.  Además sigo siendo menor de edad, si mis padres se enteran...

- Ay, Yuki... si tus padres te entregaron a él, deben pensar que ya lo has hecho, es normal en una relación.  Más si comparten cama. - guiñó el ojo derecho, sonreía de manera pervertida, Silvia se estaba convirtiendo en una persona a la que estaba dejando de reconocer.

Un reemplazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora