San Valentin

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Al día siguiente Eduardo estaba muy molesto, la única razón por la que había ido al cine era para poder estar cerca de Yuki, sin embargo, ella nunca se había presentado, gracias a su trabajo en la panadería, por lo que comenzó con su nuevo plan, si no podían estar juntos en una cita, tendría que hacer que ella se enamorara de él desde su trabajo; tenía la intención de trabajar en la tienda de los padres de Yuki.

- Eres muy astuta, princesa.  ¿Por qué no llegaste al cine? - Eduardo la estaba encarando desde que llegó al salón, no era como si Silvia le cayera mal, al contrario tenían bastante en común.

- ¿De qué hablas?  Yo avise.  Le dije a Silvia que el trabajo se prolongó. - no podía mirar a Eduardo a los ojos, nunca había sido buena mintiendo y si lo miraba en esos momentos toda su mentira se vendría abajo.

- Mírame a los ojos mientras me hablas.

- No quiero... siempre que te miro a la cara me recuerdas a un perro.  No, quise decirlo así, me refiero a... ¿Has visto el póster del cachorro con los ojos grandes? Pues así... no es que te veas así, es que...

- No debes explicarle nada a este, lo que pasó, pasó... además, Lalo, ¿No te divertiste?  Me invitaste a los vídeo juegos después. - Silvia interrumpió, Yuki se mostraba bastante nerviosa, Eduardo estaba acercando su rostro demasiado a ella.

- Pues sí... entonces... ¿El viernes salimos de nuevo? Hay un vídeo juego nuevo que tienes que probar. - se irguió en su lugar para pensar un poco.

- No me lo perdería por nada. - Silvia sonrió, pasar tiempo a solas con Eduardo era bastante divertido, a pesar de los constantes reclamos y tristezas de no poder acercarse a Yuki, no perdía el sentido de la caballerosidad e intentaba descargar toda su atención en ella.

Yuki estaba más tranquila, el plan de Axel había salido como esperaban, Eduardo y Silvia parecían más cercanos ahora, a pesar de que en la escuela siempre le prestaba atención a ella, cada que Silvia le preguntaba algo, se centraba en contestarle de manera coherente y centrada, si no estuviera casada con Axel, seguramente se fijaría en él.  Se reprendió internamente por pensar de esa manera. 

A Yuki solo le quedaban tres días para seguir trabajando con sus padres, ya había conseguido el dinero y ya había practicado suficiente, su padre siempre interesado en el progreso que tenía en la repostería se aprovechó de sus buenas habilidades culinarias y cada "intento fallido" de Yuki terminaba como una promoción pre- valentin que se vendía rápidamente, el sabor de las tartas y chocolates era dulce, pero no demasiado, tenía la cantidad perfecta de azúcar; así que era predilecto por hombres y mujeres, de la misma forma que jóvenes y ancianos, todos gustaban de sus pasteles y dulces sobre la fecha.

- Hija, deberías hacer algunos productos para San valentin.  Son muy populares.

- Papá, esos eran para que ustedes se los comieran, no para venderlos.  Además, no creo que a Axel le agrade mucho la idea.

- Pamplinas, no dirá nada, su mujer también es exitosa, no como Jesica, ha intentado toda la semana hacer... digo,  cuando Jessy intentaba hacer algo, siempre se le quemaba. - su padre reía de manera nerviosa.

Al final, Yuki terminó haciendo lo que su padre le pidió, tomó prestados algunos moldes de corazón, un día, solo faltaba un día para la fecha cero, así que tomo todo su esfuerzo para hacer el presente de Axel, se decidió hacer algunas galletas de chocolate con forma de corazón, tomó un molde más pequeño para que el centro quedará hueco, las decoró con tonos rojos y blancos, haciendo formaciones de corazones con un palillo, no desperdició el centro, hizo el pedido de su padre para la tienda con ellos.

Las formas eran diversas, desde flores y osos hasta corazones y letras, cada uno hecho con dedicación y esfuerzo; envolvió los suyos con cuidado en papel celofán, atados con un listón de color rosa, rojo o blanco, según la persona a la que estuvieran destinadas.

Un reemplazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora