Capítulo 81: Su llegada

Comenzar desde el principio
                                    

— ¡Ya sé! Le haré una cena, o una comida, para que se sienta a gusto cuando vuelva. 

Suspiré mientras agarraba mi frente. Esta mujer iba a acabar conmigo. Pero por suerte, cambió de tema radicalmente.

— Oye Sara... tengo una pregunta que hacerte...

— Si es de Obito, prefiero que no preguntes nada más...

— No, no es de él... es que... bueno, tengo la sensación de que Acacia... me observa demasiado...

La miré de reojo y arqueé una ceja. "¿Y se da cuenta de eso después de cinco meses? Esta mujer va a paso lento..." Carraspeé la garganta unos instantes.

— Claro que te observa, le caes bien... más que bien...— Sora me miró confundida sin saber a que me refería.— Será mejor que te lo diga sin rodeos... la gustas, Sora.

La rubia se tensó, incluso su cabello se elevó levemente mientras que tapaba su boca con ambas manos y abría sus ojos lo más que podía. 

— Pe-Pero si es una chica y yo también y, yo... yo... pero, pero...

— Oye, relájate, deberías abrirte con ella, quizás el motivo por el que nunca has tenido novio es porque... bueno, porque... necesitas buscar otro camino.

— Otro camino... ¿Pero qué tiene que ver eso con Acacia?

— Madre mía... Que quizás deberías dar una oportunidad a Acacia. ¿No buscabas a alguien que te quisiese? Pues ya tienes a una, deberías darla una oportunidad. 

— ¿Qué? Pero, pero ¡Sara! Yo necesito, necesito músculos, y... y... y una buena... un buen... ya sabes... ¡Pero Acacia no tiene nada de eso! 

— Ah... ya... Bueno... en ese caso quizás deberías seguir acosando a Obito todos los días que le veas, hasta que le agotes más de lo que ya está y te acabe mandando a dios sabe donde con su kamui. Te perderás a la que podría ser tu futura pareja, noches de pasión y miles de cosas bonitas solo por no intentarlo. Como tú veas, Sora. 

La chica me miró atónita y se empezó a sonrojar.

— ¿Y cómo se supone que tendré sexo con ella? Porque con Obito... bueno...— Se empezó a sonrojar mucho más.— Eso ya lo he pensado miles de veces y sé perfectamente lo que tendría que hacer. ¿Pero con una chica?

— ¿Cuál es el problema?

— ¡¡¡Que no hay carne para meter en el agujero!!!

Varias de las personas que andaban por la concurrida calle se pararon o miraban raro a Sora, y la verdad es que no les culpo, porque con el grito que pegó todo el mundo la escuchó. 

— Tu no tienes mucha idea del sexo, ¿verdad?— Dije en voz baja. 

— Bueno, sé como funciona. Ya te dije que yo ya he soñado muchas veces que...

— Sí, sí, — La interrumpí antes de que continuara.— pero no solo consiste en meter algo ahí abajo... Se pueden hacer muchas otras cosas. Deberías hablarlo con ella, Sora. 

La rubia miró hacia el suelo y empezó a jugar con sus dedos índice golpeándolos entre sí, mientras que se metía en sus pensamientos. 

— Bueno... quizás deba hablar con ella...

"Por fin..." Pensé mientras mi cuerpo se relajaba al ver que la rubia empezaba a comprender lo que la decía. Me incorporé del banco al sentirme más aliviada y con fuerzas para seguir continuando con nuestro paseo. 

— Ya que te vas a ir dentro de poco... ¿te importa acompañarme hacia la torre hokage? 

"Me niego a quedarme sola hoy también..." Sé que Kakashi me dirá que me vaya hacia casa, que allí no podría hacer nada y bla bla bla... Pero en casa me aburriré más que allí, que por lo menos podré verle, aunque sea verle poner sellos. Sora asintió ante mi petición y se incorporó. Anduvimos durante unos cuantos minutos hacia la torre, aunque a mitad de camino ella tuvo que marcharse, así que no me quedó otra que continuar yo sola. 

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora