Capítulo 57: Reconciliación

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Mi vista se fue recuperando poco a poco. Era la primera vez que sentía los efectos de una aturdidora, y aunque me lo esperaba bastante peor, el efecto tardó más de lo deseado. Pero por fin, tras unos segundos, empecé a ver con más claridad. Volteé mi rostro para ver quien era el que me estaba sujetando. De por si no reconocí el uniforme de policía que llevaba, algo manchado por mi sangre, la rabia se apoderó de mí. Sentí como casi de forma involuntaria, en el brazo que tenía colgando, la energía de mi cuerpo empezó a acumularse, creando una esfera negra en mi mano.

Y aunque el guardia no se enteró de la masa de energía que había creado en mi mano, otro de los guardias sí lo hizo y me disparó sin pensarlo dos veces, sin embargo, la bala me traspasó sin ningún impedimento. Alcé mi brazo hacia el guardia que me sujetaba y le miré con odio.

- Suéltame o juro que esta esfera va a arreglar tu estúpida cara. 

Los ojos el hombre eran de horror, pero aún así, no me soltó en ningún momento. Estuve a punto de estrellar la energía en su cara, pero una nueva voz me detuvo.

- Si le haces algún daño, tus amigos morirán. 

Giré mi rostro lentamente hacia donde provenía aquella frase y vi a el jefe de aquella patrulla. 

- Respuesta equivocada...- Murmuré. 

Todas y cada una de las armas que llevaban los agentes empezaron a flotar por el uso de mi fuerza, y aunque algunos se resistieron e intentaron agarrar con todas sus fuerzas las pistolas, no pudieron competir con la fuerza con la que yo se las arranqué de las manos usando mi energía. Y ahora, la situación se había puesto del revés. Todas y cada una de las armas ahora apuntaban a los agentes de policía.

El policía que me tenía agarrada me soltó de inmediato. Su rostro ahora estaba completamente pálido, al igual que varios de sus compañeros. Sin embargo, su jefe chasqueó la lengua y negó con la cabeza.

- No quería llegar a estos extremos, pero si no pones de tu parte...

Y mientras él hablaba yo miré a los dos shinobis para comprobar que estaban bien, y así era, aunque aún estaban algo atontados por la explosión de la aturdidora, ya se estaban levantando del suelo mientras miraban a su alrededor. 

- ... Tendré que sacrificar a personas inocentes para que vengas con nosotros.- Al oír aquello sentí que la rabia se apoderaba cada vez más de mí.- ¿Qué tal si empezamos por... tus padres?

Mi corazón dejó de latir al escuchar esas palabras. ¿Tenían a mi padres? No podía permitir ponerles en peligro por mi culpa, pero ¿acaso debería dejarme manipular por ellos? La ira que tenía se iba a cumulando cada vez más y más, hasta que empecé a notar como poco a poco la marca de mi cuello empezaba a doler cada vez más, nublándome poco a poco la mente.

- ¿Entonces vendrás con nosotros de forma voluntaria?- El hombre volvió a insistir. 

Su voz, su presencia, todo me hacía cada vez enfurecer más y la llegada de más vehículos con armas más potentes no me ayudaban a relajarme. Las calles estaban rodeadas de más y más vehículos, algunos eran camiones blindados, de los cuales salían más y más personas. 

- Sara, tienes que relajarte.- Pude oír al peli plata intentando calmarme, pero la ira era ya demasiado intensa en mí. 

- Te atreves a amenazar a mi familia solo para conseguirme... No recordaba que la gente de mi mundo fuese tan sucia como tú.- Las marcas negras empezaron a avanzar por mi brazo.- Deberías proteger a los inocentes y sin embargo... los pones en riesgo a ellos. 

El agente entrecerró los ojos para luego agarrar su walkie talkie y hablar a través de él.- El gobierno empezará a tomar cartas en el asunto jefe, deberíamos atraparlos ya antes de que vengan a molestar a nuestra organización. 

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora