Capítulo 2: Una extraña energía

6.4K 608 246
                                    

— Hay algunos que han escapado capitán.— Dijo un ANBU dirigiéndose a Kakashi.

— Está bien, seguirles el rastro. Tenzo, tú quédate aquí cerca por si vuelven.— Dicho esto todos asintieron y desaparecieron en muy poco tiempo. Miré hacia la cueva, debía regresar a casa, pero yo no veía ningún portal por el que regresar.

Me intenté acercar a la cueva para ver si había algún modo de volver, pero la mano de Kakashi me paró.

— Tengo que volver a mi casa, esto no está bien.— Dije intentando quitarme su mano de encima, sin éxito.

— ¿Cómo llegaste hasta aquí?— Dijo mientras aflojaba un poco la sujeción sobre mí.

— Por una especie de portal, me empujaron dentro y aparecí en esa cueva, tengo que encontrarlo y volver.— Miré dentro de la cueva esperando poder ver algo.

Él me soltó y yo empecé a andar hacia la cueva. Noté como él me seguía de cerca. En la cueva había cadáveres de los encapuchados, me aterroricé al verlos, era la primera vez que veía a alguien muerto y ver toda esa sangre... Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo pero las ganas de volver a casa hicieron que mi cuerpo no se quedara allí paralizado y seguí adentrándome en la cueva. 

La poca luz no me mostraba mucho de la oscura gruta, pero tampoco vi nada parecido a un portal. Toqué en las paredes por si conseguía algo, pero nada. Mi desesperación era cada vez mayor, "¿Es que no se puede salir de este maldito lugar?". Apoyé la espalda en una de las paredes y dejé caer mi cuerpo poco a poco hasta llegar al suelo.

Kakashi se acercó y se agachó al lado mía.

— Creo que aquí no hay ningún portal... — "No me digas Sherlock... no me había dado cuenta." Pensé .

Kakashi se quitó la máscara que llevaba y por primera vez pude ver parte de su rostro, ya que llevaba su otra máscara de tela y solo me permitía ver la parte superior de su cara. Su pelo era plateado, aunque ya se lo había visto antes, ya que la máscara de ANBU solo cubre la cara. Su ojo se veía oscuro, y el otro lo llevaba tapado por la cinta con la insignia de la hoja. Aún así su mirada era penetrante y me transmitía tranquilidad, una mirada que no pude aguantar mucho tiempo.

Un ruido nuevo nos alertó a los dos. El cogió un kunai y se puso en una posición de alerta. Una figura extraña y familiar apareció, tumbada en mismo sitio donde yo aparecí tras cruzar el portal. No podía creer lo que veían mis ojos.

— ¡Máx! — Salí corriendo a por él, mi pequeño perro había pasado por el portal y había llegado hasta aquí. Me agaché para acariciarlo, estaba algo sucio las zonas blancas de su pelaje ahora estaban un poco grises, pero no desentonaba mucho, ya que el resto de su pelaje era gris y negro. — ¿ Pasaste por el portal con lo miedoso que eres...?

Le seguí acariciando y noté como mis ojos se cristalizaban al intentar aguantar las ganas de llorar. Vi como Máx empezó a mover poco a poco el rabo, y después se empezó a incorporar. Le sonreí y este me recibió con lametones. En ese momento Máx se percató de que había otra persona más con nosotros, y fue corriendo a por Kakashi a llenarle a el también de chupetones.

— Vaaaya, hola pequeño. — Dijo él mientras Máx le saltaba encima.

Esto confirmaba que el portal debería estar aquí, pero no era así, no había ni rastro de algún portal.

— Tengo algunas preguntas que hacerte. — Dijo el peliplata.— Salgamos de aquí.

Salimos fuera de la cueva y el sol me cegó por unos segundos, ya que estaba en su punto más alto. Me senté en un tronco caído que había cerca de un árbol, a la sombra del amenazante sol.

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Where stories live. Discover now