Capítulo 81: Su llegada

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— ¿Podemos descansar un rato...?— Pregunté ya algo agobiada mientras apoyaba mi mano en la pared del edificio que teníamos a nuestro lado.

Pero a pesar de que le había pedido por segunda vez parar un poco, ella seguía caminando y hablando como si no la hubiese dicho nada.

— Pero eso lo que yo te decía, si hubieses visto la cara que puso...— Rió unos instantes mientras yo dejaba de andar y me sentaba en el banco que había.— ... claro que quizá es porque hice algo mal. ¿Tú que opinas Sara?— Al ver que yo no la respondía giró sus rostro hacia atrás y dio un pequeño respingo al ver que yo me había sentado.— ¡Ah! ¿Estás bien?

Asentí levemente con la cabeza mientras que me concentraba en coger aire. Realmente a veces costaba demasiado respirar. "Me muero de ganas de que esta espera acabe pronto..." Pensé mientras cerraba los ojos y me concentraba en mi respiración.

— Carai... solo hemos andado cuarenta minutos y ya estás cansada...

— ¿Sabes? Me gustaría ver lo que tú aguantarías andando con este peso extra encima. 

Sora miró mi abultado vientre y elevó una ceja. 

— Tienes razón... Al menos ya te queda una semana para acabar.

— En teoría... quizás puede que sea más.— Murmuré mientras acariciaba mi tripa. 

— Debe ser un poco coñazo llevar eso a todas partes. ¿Cómo te vistes cuando hay que ir a algún sitio bien arreglada? O... ¿Cómo lo haces para agacharte? 

Entrecerré los ojos al escuchar las preguntas absurdas que la rubia me hacía. 

— No sé, quizás haya que estudiar alguna ingeniería para descubrir ese misterio Sora...

— Jo... solo trato de animarte un poco, estás de un humor de perros. 

A decir verdad, últimamente estaba bastante irascible. No sé si era por el aburrimiento que tenía estos días o porqué, pero realmente me puedo llegar a enfadar por cualquier tontería. Si mi paciencia ya era nula en un estado normal, ahora ya superaba los valores negativos. 

— Sí... lo siento... 

— Bueno... de igual manera yo tendré que irme en unos diez minutos así que...

"Y otra vez me quedaré sola..." Suspiré. La verdad es que tenía mala suerte. Sora tenía que hacer misiones, así que muchas veces no podía estar conmigo. No me podía distraer con los asuntos de los enlaces porque Clau dijo que sería mejor que reposase y que me olvidara de los problemas de la gente de nuestro mundo, así que ahora él me sustituye por un tiempo en mis antiguas obligaciones como la representante. Naruto y Sakura venían bastante a menudo a verme, pero desde que Tenzo se hizo cargo de ellos y de parte de su entrenamiento, tampoco los veo mucho. Y Kurenai se fue de viaje con Asuma y su hija Mirai, así que estaba sola la mayor parte del tiempo.

Y el pobre Kakashi se escaquea de su trabajo siempre que puede para hacerme compañía, al final acabará exhausto de tanto ir y venir y tanto papeleo por hacer. Me moría de ganas de que Sakumo naciera y poder estar con él.

— Oye... ¿Sabes cuando va a regresar...?— Preguntó Sora, sacándome de mis pensamientos.

— No lo sé, tan solo hace una semana que se marchó, así que relájate. 

— ¿Debería hacerle una fiesta para su regreso?— Sus ojos empezaron a brillar de emoción. 

— No sé para que me preguntas si luego haces lo que quieres... ya te dije que deberías dejarle en paz y...

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora