Capítulo 13: Hiro en escena.

4.4K 428 95
                                    

— Si querías verle, podrías habérmelo dicho.— Dijo el peli plata mientras caminábamos hacia el apartamento.

— Vale, pero yo pensaba que no tendrías idea de donde suele ir.

En la historia de Naruto, resulta que su sensei, Kakash), que fue el alumno de su padre, jamás le cuenta a Naruto que el cuarto Hokage era su padre. Y aparte, en teoría Kakashi no le prestaba la mayor importancia a Naruto hasta que se convierte en su alumno. Pues no, ahora resulta que sí que le ha investigado e incluso vigilado en algunas ocasiones. Supongo que la historia no es igual a la realidad.

— De todos modos, es un poco difícil no saber por donde va, siempre lía alguna.— Puso sus manos en los bolsillos y suspiró.

— Solo quiere llamar la atención...— Murmuré.

Ya habíamos llegado a la puerta del apartamento, pero algo alertó a Kakashi e hizo que no abriera la puerta por unos instantes.

— ¿Qué ocurre?— Pregunté mientras observaba nuestro alrededor por si veía algo.

El peli plata se calló por unos segundos.— No es nada.— Abrió la puerta y Máx salió disparado a saludarnos.

Tras un buen rato de lametones y caricias, Máx nos dejó tranquilos para poder ducharnos y cambiarnos de ropa. Después de una ducha calentita, salí al salón para poder preparar algo de cenar, sin embargo el peli plata ya se había adelantado.

— Wow. Hoy te has superado, huele muy bien.— Él se rió por lo bajo al escucharme mientras yo me sentaba en la mesa esperando impacientemente la comida.

— Si quieres disfrutar de este manjar, antes tendrás que curarte esas heridas.— Señaló mi brazo vendado.

Odiaba las curas, eran demasiado dolorosas. Es verdad que nunca me había quemado cuando estaba en mi mundo, pero jamás pensé que una quemadura podía ser tan molesta. Suspiré profundamente y me preparé en la mesa pequeña para curarme las heridas. Tras unos diez minutos, terminé de curarme las heridas y me volví a sentar en la mesa grande para comer aquella caballa hervida. Yo odiaba el pescado, pero no sé como él hacía ese plato para realmente me encantara.

Miré a Kakashi, quien estaba completamente metido en su lectura y ni se había percatado de mi presencia. Apoyé mi cabeza en mi mano y le observé cuidadosamente. De vez en cuando soltaba una pequeña sonrisa pícara y sus ojos se volvían algo pervertidos. La verdad es que siempre me había preguntado cómo sería leer uno de esos libros de Jiraiya que tanto le encantaban al shinobi.

Pensé que era un buen momento para averiguarlo. Acumulando un poco de energía quité el pequeño libro de sus manos sin problema alguno y lo deposité en mi mano buena. Pude ver como Kakashi abrió ambos ojos de par en par al no esperarse aquello y se puso algo colorado.

— Hey, hey, hey, devuélveme eso.— Dijo incorporándose de la mesa e intentando quitármelo.

— Hmmm... ¿Por qué debería?— Dije mientras buscaba la primera página para echar un vistazo al contenido.

El shinobi entrecerró su ojo derecho y cerró su ojo completamente el izquierdo, tapando así su sharingan. Estiró su brazo para intentar coger aquel libro pero me desmaterialicé para que no pudiera atrapar su preciado tesoro. Todo lo que toco cuando me desmaterializo sufre el mismo efecto que mi cuerpo. Es por ello que si alguien en combate me tocase antes de yo desmaterializarme puede causarme un gran problema.

— Haz lo que quieras...— Dijo marchándose un segundo a su habitación.

Le seguí con la mirada por si intentaba hacer alguna cosa extraña para quitarme el libro. Tras unos segundos salió de su habitación y se sentó en la silla de enfrente. Sonreí victoriosa materializándome de nuevo y pasando a la siguiente página. Juntó sus manos y apoyó su cabeza en ellas sin quitarme el ojo de encima. No le di mucha importancia y continué leyendo. Hablaba sobre un hombre que al parecer no tenía mucho éxito con las mujeres y ese tipo de cosas.

Un Nuevo Mundo [✍Corrigiendo✍]Where stories live. Discover now