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Los hombres formaron una fila doble frente a las escaleras en la base de la plaza central desde donde partían las distintas rutas que salían de la cubierta residencial de la Rainbow.

Era una docena de combatientes fornidos, todos ellos portando armas de grueso calibre y armadura personal. Frente a ellos quien parecía ser el sargento de aquel escuadrón se mantenía en posición descansada apoyando sus manos en el cañón de su rifle de asalto.

Un pequeño transporte se detuvo a unos pasos de los combatientes y dos hombres bajaron de un salto.

—¿Reporte?

—Listo Jefe. —respondió el hombre colocando su rifle al hombre. —Esperamos sus ordenes.

El hombre del cráneo metálico contempló con interés las filas desordenadas y se llevó la mano al mentón para rascarse la barbilla. —Es probable que hayan barricado las escaleras en los pisos superiore. —dijo señalando la entrada.—¿Tienen el equipo para lidiar con eso?

—Tenemos antorchas cortadoras de plasma. —contestó el soldado. —Y yo tengo una carga de demolición que..

—Olvidalo. —respondió de forma cortante. —No quiero que destruyas el único acceso que tenemos al puente de mando.

—Como diga Jefe.

—Bien... avancen.

—Ya oyeron al Jefe... ¡Muevan ese culo!

La fila de hombres se puso en marcha de inmediato y tras darse un par de empujones para entrar por la angosta puerta, desaparecieron por el hueco de las escaleras.

Quien acompañaba al líder de los piratas suspiró resignado. —Buena nos la hizo esa puta...

—No hay nada que hacer... —reconoció el hombre. —Si el plan hubiese seguido como estaba previsto La Torre ya sería nuestra... y hablando de cosas no previstas.

—Nada todavía —reconoció el otro encogiéndose de hombros.

El jefe hizo una mueca de desprecio. —Dos equipos Zentradi desaparecidos en menos de cuarenta y ocho horas... no puede ser casualidad.

Una pantalla holográfica se desplegó del dispositivo de comunicación de su compañero y una representación esquemática de la zona alrededor de la Colonia Rainbow se desplegó frente a ambos hombres. —Enviamos a tres y cuatro hace algo así como media hora para ver qué diantres estaba pasando, deberíamos tener un reporte en un par de horas más.

El holograma parpadeó y desapareció, dejando pensativo al hombre del cráneo metálico.

—Doblen las patrullas. —ordenó. —Definitivamente hay algo ahí afuera y no le gustamos.

El hombre apagó el holograma y miró a su jefe con extrañeza. —¿Seguro? —La mirada que le devolvió el sujeto con la cabeza metálica no dejaba ninguna duda. —Okey okey... no se hable más... pero me gustaría tener la red EWR de la Rainbow bajo nuestro control lo antes posible.

—En cuanto el Puente de Mando sea nuestro Otako activará todos los radares de vigilancia que necesites... y hablando de Otako, ya es hora de ir a ver que hace.

Los dos hombres dieron la espalda al acceso del ascensor y se dirigieron hacia las escaleras principales que llevaban al parque.

La zona estaba fuertemente vigilada. Grupos de tres o cuatro hombres patrullaban los alrededores de la cubierta principal y también se los veía asomados por las pasarelas y las cubiertas elevadas. No se veía a ningún colono por las cercanías.

Chatarra [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora