Michael: ¿No has cambiado de decisión, Camila?.

-No, señor. -dije con mi voz algo entrecortada, mordiendo mi labio para no soltar un sollozo.- Y no lo haré.

Michael: ¿No quieres venir a verla?.

-Sí, pero no lo haré, señor. Por favor entiéndame.

Michael: Está bien.

-¿Cómo está?. -me levanté y me alejé un poco para que las chicas no me escucharan.- ¿Recuerda algo o nada en lo absoluto?.

Michael: Camila, solo te diré que despertó sin siquiera saber su propio nombre. Al despertar comenzó a alterarse por no saber quién era y por no conocer a nadie. Tuvimos que tranquilizarla y contar todo de a poco.
El doctor dijo que a medida de que pasen los días, las semanas y los meses, recordará gran parte de lo que ha pasado, pero tenemos que ayudarla. No recordará algo que nosotros no le contemos. Tú, por ejemplo. -hubo un silencio, y un golpe sordo se escuchó tras el teléfono.- Ya debo irme. Cuídate mucho, Camila. -cortó.-

Habló de una forma calmada y cálida, lo que hizo tranquilizarme por aquel ruido.
Luego de esa llamada me sentí sin duda mejor que antes, pero seguí decaída y aún con mis ojos muy rojos e hinchados. Aún el estado de Lauren me tenía muy débil.

Ally: ¿Cómo está ella?.

-Bien. -me senté nuevamente.- Acaba de despertar.

No dije nada más. Solo que había despertado. Porque no le diría a nadie de lo de su memoria, no quería que nadie lo supiera.

*POV Lauren*

Desperté, sintiendo como mi cabeza estaba por explotar.
Miré a mi lado y encontré a un señor observándome sorprendido, y me pareció bastante raro, porque ni siquiera lo conocía, y él solo me miraba fijamente.
Luego desvié mi mirada hacia la habitación, y yo no la hubiera reconocido si no fuera por los tubos que habían en mi nariz, en mi boca y en mis brazos. Estaba en un hospital. Y no sabía porqué.

Mi respiración comenzó a acelerarse, y traté de levantarme, pero mi cuerpo me lo impedía. Me dolía mucho.
Me di cuenta de que estaba llena de agujas en mis brazos y que sentía que me estaban quemando, así que quise quitar las agujas con uno de mis brazos, porque el otro me dolía demasiado, pero el señor se acercó a mi, tratando de tranquilizarme, pero no podía hacerlo. Me dolía mucho.

El hombre salió unos segundos y entró con un médico, el que también se acercó rápidamente a mi, sujetando mis brazos para que yo no quitara las agujas.

Médico: Tranquilízate. Respira. -alzó sus manos, dándome a entender que no me haría daño.- Sacaré ese tubo de tu boca, pero tienes que tranquilizarte. Respira.

Asentí asustada mientras respiraba profundamente, él con rapidez sacó el tubo y pude respirar mucho mejor.

-¿Qué hago aquí?.

Médico: Tuviste un accidente, Lauren.

-¿Lauren?, ¿Quién es Lauren?.

Él miró al señor que estaba a su lado, mostrando miedo en sus ojos.
No entendía nada, no sabía porqué estaba aquí, y ya quería irme.

Médico: Ese es tu nombre. -suspiró.- Tuviste un accidente en tu motocicleta hace unos días y por lo que estamos notando.. has perdido la memoria. Tienes amnesia.

Pero no creía nada.

-Déjenme salir de aquí, odio la bromas así. Quítenme estas cosas.

Médico: Dime tu apellido. Si me dices tu apellido te sacaremos lo más pronto posible de aquí. Si no lo sabes te irás cuando yo te lo diga.

Cerré mis ojos con fuerza, porque no lo sabía. No sabía quién era.

-No... -mordí mi labio, asustada.- No lo sé.

Estuvieron horas y horas hablando conmigo sobre lo que pasaría más adelante. Lo que pasó y lo que está pasando.
Había salido de casa y el hombre que iba en el camión no me había visto, porque al parecer iba alcoholizado.
También se supone que el señor que está en la habitación es mi padre.

Cuando se fueron me dijeron que tratara de descansar, para que mañana comenzaran los exámenes para ver mi cabeza.
Me quedé como estúpida mirando a mi alrededor mientras trataba de recordar cosas, pero nada pasaba por mi cabeza, solo podía recordar las cosas que han sucedido desde que desperté.

Habían dicho que era un milagro que haya comenzado a hablar a penas desperté, y que el moverme era mucho más de lo que esperaban. Que ellos solo pensaban en que despertaría y solamente podría mover mis ojos, pero que el golpe en mi cabeza no afecto demasiado a mi cerebro, sino que afectó más las partes externas.
Mientras trataba de dormir un poco algo en mi mano me llamó la atención. Un papel.

"Te amo."

Comencé a enojarme tanto con eso, porque ese papel me hacía desear tanto recordar a mi alrededor. ¿A quién tenía que recordar?, ¿Quién me amaba?

Don't Forget Me. «Camren»Where stories live. Discover now