capitulo 18 -no digas nada, es un secreto-

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-¿Cómo dices?- vi la cara gacha de Eren, mordiéndose los labios y ahogando su llanto. -¿Cómo paso esto?- a solo un par de semanas seria desalojado de su hogar. El pequeño se encontraba sentado sobre los pies de su cama. En ese momento no supe que hacer. -¿y qué dices de Kalel? El podría ayudarte, ¿sabes? Una pequeña ayuda no te vendría mal. Vamos, animo, no está todo perdido. Kalel...-

-no hables mas... por favor- sus lagrimas al fin se soltaron. –no puedo pedirle una cosa como esa. Es por él que me encuentro en este aprieto. Más bien es por su ex que me guarda rencor por haberle quitado a Kalel. Nunca fue mi intención hacerlo- suspiraba ahogándose con sus lagrimas. Abrazarlo no era una opción, de todas formas no podía lograr calmarlo, solo los brazos de una persona lo haría, pero a parecer había un problema aun mayor. –Ezra, no sé qué debo hacer- esto ya me hartaba. No perdonaría jamás a Kalel por haber hecho llorar a mi querido primo.

-juro que voy a matarlo- golpee fuertemente la puerta de una patada. –y pensar que juro protegerte. No voy a perdonarlo-

-Ezra... ya basta... quieres- levanto su mirada de llanto. Fue lo más doloroso que he visto en mi vida, tan vulnerable, tan pequeño, tan frágil que daba miedo que se rompiera. No hice más que enojarme.

-ya veras, arreglare todo, no te preocupes- Salí de la habitación golpeando con fuerza la puerta a mis espaldas. Si no lo hacía, no podría contener más las lágrimas, el enojo y todo aquello que no podía explicar. Todo esto fue causado por haber dañado a la persona que más quiero en el mundo.

No te preocupes. Dije sin pensarlo. Arreglare todo. Así es, y no tenía ni la menor idea de cómo.

Pensar que las noches en vela eran cortas, no hacía más que dar vueltas sobre mi cama ideando, no lo sé, un plan, una estrategia.

Decidí trabajar doble turno en la cafetería y ausentarme en la cafetería. Día y noche, mañana y tarde, sin parar o descansar. Josh quien me observaba con desgano intentaba pararme.

-no lo lograras- decía con su cara de pena.

-detente Ezra, esta no es la manera- decía.

-Ezra... por favor... te harás daño- ¿Qué más podía hacer? ¿Qué?

A fin de cuentas el salario no alcanzaba. La semana se terminaría, la última esperaba con ansias. No lo soportaba. El cansancio no era notorio, estaba desesperado.

-detente Ezra- Eren se acerco a mí. –Ya basta- su llanto que volvía, su mueca que no desaparecía. –lo perdí todo. Lamento haberte hecho esto a ti- pudo tomarme de la mano y fijar mi mirada en el.

-Eren. No pierdas la fe- siempre terminaba diciendo.

Seguí trabajando duro.

No alcanza, no alcanza. Balbuceaba por las calles camino a mi departamento. Sonó mi celular y una llamada en espera, no atendí. Era Abner. No tengo tiempo para estas cosas cuando mi primo esta en problemas. Otra llamada, y otra, y otra, y otra. Me encontraba ahora sentado en una banca en plena noche, bebiendo café mientras miraba el diario, la sesión de empleos. El vapor salía de mi boca en forma de suspiros constantes. Marque varios artículos de empleo y fui a varias entrevista, aun así no lo lograba, solo un trabajo, en otra cafetería por la noche.

Las personas me recibieron bien, solo que los clientes no lo hacían, hablo de la mayoría, no de todos. Era un lugar horrible, vacio, no estaba de acuerdo con varios detalles, pero aun así me esforcé, solo dure dos días y la semana se terminaba, el tiempo corría.

Nuevamente me encontraba en mi habitación, las luces apagadas, la luna inexistente, una posible tormenta se avecine. Daba vueltas en mi cama de un lado a otro, tenía esa inquietud incrustada en mi pecho con mis latidos acelerados. No tenía más opción que acudir a aquella persona, de quien nunca confié pero aun así le entregue todo de mi. Leviatan.

Desde afuera contemplaba las luces relumbrantes en la noche. La música ruidosa hacía erizar mi piel, jamás pensé que volvería a este lugar. No obstante cedí mi paso hacia adentro, planeaba cada palabra, frase, cada situación. Ayudaría a Eren, lo había prometido, no me echaría hacia atrás de ninguna manera.

-mira quien apareció. Diva, ¿vienes a suplicar por tu trabajo?- maldito narcisista. Leviatan se encontraba sentado en los sillones con varios de sus empleados sirviéndoles tragos. Y pensar que fui uno de esos idiotas de poca ropa, y pensar que lo vuelvo hacer.

-tengo una propuesta. Tú decides. Sé que llene gran parte de tu bolsillo y lo volvería hace si me escuchas- se puso de pie y se acerco a mí, su espalda derecha con su mirada fría, más fría que una serpiente, incluso el orgullo quedaría diminuto consigo.

-creo que debemos hablar en privado- hablo en mi oído. Nos dirigimos hacia una oficina enorme y lujosa. –Toma asiento- hizo gesto con su mano. –Habla- me hablaba como si fuera su maldito perro. Si no me encontrara desesperado, en ese momento le haría comer sus palabras.

-vine a recuperar mi empleo. Trabajare bajo tus condiciones y términos, no me negare a nada. Juro que tus bolcillos estarán tan llenos que se te caerán los pantalones. Solo quiero un adelanto y trabajare el tiempo que tú quieras- entrecerró sus ojos mordiendo su dedo índice. Se mantudo inerte al sonido un instante.

-¿Cuánto quieres? Trata de ser razonable o tendré que ser muy estricto con mi estrellita- aun así este hombre jamás tuvo humanidad. Pase por la mesa la carta de deuda de Eren, señalando la deuda con un resaltador. -¿estás bromeando? Tendrás que ser mi sirviente durante toda tu vida, mocoso. Prácticamente venderías tu cuerpo y tu vida. Es imposible- baje mi mirada decepcionado. –No intentes llorar, sabes que no me gusta eso- un nudo en la garganta me ahorcaba. –está bien, está bien. ¿Ves? Soy compasivo. Parece que lo necesitas cuando antes. Te lo daré y mañana asistirás al trabajo como solías hacerlo- asentí.

Espere a que unos de los enormes monos que siempre lo acompañaban contasen el dinero con una de sus maquinas. Claro estaba que el proceso estaba hecho de una manera ilegal y eso me asustaba un poco. Pero había conseguido el dinero y eso era lo que importaba. O seria el responsable en casos extremos. Salí del lugar con un maletín en la mano, esquivando personas. Aun extremo, cerca de la salida vi a Abner.

-con que este es tu mayor logro- quito de mi mano la maleta, tomándome del brazo bruscamente me llevo hacia la oficina y arrojo el maletín a los pies de Leviatán.

-¿Qué haces?- llegue a decir sin respuesta.

-no necesita tu sucio dinero. Guárdalo para sobornar a los jueces, idiota- Leviatan se quedo atónito. Ambos salimos de ese lugar, Abner me había retenido fuertemente del brazo. De igual manera no acote ninguna palabra.

Llegamos al parque donde nos conocimos por primera vez. La noche era idéntica a la vez que discutimos, el clima era parecido, incluso la misma visión, el mismo panorama que contemplábamos.

-¿eres idiota? ¿No se te ocurrió otra manera de conseguir el dinero? Que tuviste que buscar dinero manchado con sangre. ¿Eres idiota? ¿Sabes que diría Eren si se enterase?- el nudo en mi garganta no soporto mas, este se desato con furia haciendo que mis lagrimas desplieguen como ríos de condena.

-¿y de qué otra manera lo habría conseguido?- me acerque a su pecho. Cálido, con la fragancia que tanto echaba de menos, con aquello brazos que se acogían a mi medida.

-no intentes hacerlo tú solo. Hiciste que Eren se sintiera peor. Fuiste victima de tu propio crimen Ezra- su voz en mi oído. Su susurro tan claro como el plateado de la inmensa luna. –no te preocupes. Tenemos un plan-

-¿tenemos?- subí mi mirada a ver su rostro.

-shh- hizo erizan mi piel. Pude sentir como una corriente fría recorrió por mi espalda e hicieron que mis ojos se abrieran en grande. –no digas nada. Es un secreto. Todo mejorara. Ya verás-

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feliz viernes lectorit@s!!!! les gusto este cap?

verán, creo que me falta algo de creatividad, así que este cap puede que este peor que los otros. bueno, los dejo a critica de ustedes. 

aaahhh!!! este fin de semana (viernes, sábado y domingo) habrá maratón, así que esperen por los próximos capítulos. 

nos leemos mañanas y espero que me den una estrellera y sus comentarios. me hace feliz sus apoyos. 


Dejaría mi dignidad por ti (Gay - Yaoi)Where stories live. Discover now