Capítulo 18

230 25 0
                                    

Al acercarse la Navidad, Sophia y yo hicimos compras, juntos, decoramos juntos y reíamos juntos. Eran muy buenos amigos. Adoraba estar con ella, no podía imaginar mi vida sin ella, pero las palabras del padre de Sophia me atormentaban día y noche.

—No olvides que hoy tenemos que recoger a mis padres.

Tendremos que cenar temprano-dije desde el recibidor, a punto de salir.

—No me he olvidado.

Sophia salió apresuradamente de la cocina para darme una bolsa con mi almuerzo. Levanto las manos y me arreglo el cuello de la chamarra.

Le sonreí.

—Te veré esta noche—una vez más, como todas las mañanas, controle el deseo de darle un beso de despedida.

Abigail y Thomas, con las narices pegadas contra el vidrio, veían aterrizar los aviones. El abuelo John y la abuela Ashley finalmente llegaron. Luego de los abrazos de bienvenida y una vez recogido el equipaje, se fueron para su casa.

—Mamá, tenemos una sorpresa para ti—le dije a mi mamá al llegar la casa.

—Dejamos la decoración del árbol de Navidad para ti—dijo orgulloso Thomas.

—Recuerdo lo mucho que te gusta decorar el árbol, así que esa será tu tarea.

—Gracias. Esa sigue siendo mi tarea preferida para Navidad, aparte de comprar regalos para ustedes—le dijo a los niños.

Ambos niños rieron.

Una vez subido el equipaje a la habitación de huéspedes, John, Ashley y los niños comenzaron a decorar el árbol. Sophia se dirigió a la cocina a preparar chocolate caliente, mientras yo iba a mi despacho a escuchar los mensajes.

Momentos después me reuní con Sophia. Sabía que tenía una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Porque estas tan contento? —me pregunto Sophia, apoyada en la mesada.

La tome por la cintura levantándola en el aire y la hice dar vueltas por toda la cocina. Al bajarla ella se tambaleo hacia mí pero no deje de sostenerla. Mi cara resplandecía de felicidad.

—Lo siento, de pronto me sentí un poco mareada—bromeo. Se tomó de mis brazos para sostenerse.

—También yo—murmure. Olvida sus labios. Di un paso atrás, y ella se recostó sobre la mesada—Los Hatton están retirando su petición. Su abogado los convenció de que están gastando mucho dinero en un caso perdido.

— ¡Es...maravilloso! —Alivio y preocupación parecían pasar por el rostro de ella simultáneamente—debes estar contento.

—Así es. Esperaba que tu también lo estuvieses—me preguntaba que estaría pensando.

—Lo estoy.

— ¿Pero...?

Me dio la espalda, mirando por la ventana de la cocina. ¿Que podría estar mirando? Está totalmente oscuro afuera... La escuche lloriquear y la gire hacia mí.

—Sophia, ¿por qué lloras?

—De alivio.

No le creí.

—Por favor, dime que sucede.

Me miro directamente a los ojos por un momento y luego bajo la mirada a sus propias manos.

—Justo antes del caso decidimos que era tiempo para que regresara a California. El caso ha terminado...

Le levante la cabeza y mantuve sus manos en mi cuello.

—No quiero que te vayas.

Mi calmada voz sonó dolida. Los ojos de ella suplicaban por una razón para quedarse. Le levante un poquito más hasta que mis labios encontraron los de ella.

Anhelaba que esa fuese razón suficiente por el momento.

Había una guerra constante dentro de mí, la guerra del egoísmo por pedirle que se quedara, contra la voz de la razón y lo correcto. En ese momento había ganado la parte del egoísmo, y me rendí a sus labios.

—Por favor no digas que esto fue un error—sus ojos mostraban un leve temor.

Sonreí ante su suplicante susurro.

—No lo haré—al decirlo, un sentimiento de culpa se apoderaba de mí, casi ahogándome. "Querido Señor ¿que estoy haciendo?" Podía escuchar las palabras de él papá de Sophia: "cuando antes hagas los arreglos necesario, será mejor para los niños..."

Casarme con Sophia parecía una idea estupenda. Seríala solución para el cuidado de mis hijos y ya que ellos la adoraban. Perderla seríamás doloroso que la pérdida de su propia madre. Más importante aún era que yola amaba. No quería imaginarme mi vida sin ella. Ese pensamiento me trajo unsentimiento de culpa ya que sabía que tenía que hacer lo correcto por consideracióna ella. 

No te dejaré©Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu