Capítulo 35: Lilian Fire

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—¿Cómo es posible que regresaste? —Reprochó la señora Fire a su hijo mientras le curaba un moratón del ojo. —Recuerdo haberte dicho que no lo hicieras.

—Y yo recuerdo no haberlo escuchado —comentó el muchacho quejándose del dolor.

—¡Flame! —Le riñó dando un manotazo en el brazo del sillón en el que él estaba sentado. —No estoy de broma.

—Lo siento, mamá —se disculpó suspirando. —No era mi intención.

—No, hijo. Discúlpame a mí —tomó lugar a su lado. —Cariño, temo que te lastimen, como sucedió ese día, no quiero perderte... como a tu padre.

—Madre... —se volteó hacia ella y le alzó el mentón. —Lo vamos a recuperar, lo prometo.

—No te estoy pidiendo que te arriesgues por él —bajó la mirada. —Jamás haría algo como eso; tú eres mi vida desde que me enteré que iba a tenerte, me importas mucho más que él.

—No importa, madre, yo quiero hacerlo —cerró los puños con fuerza— Quiero volver a ver a Lilian Fire y Pitch Black juntos, como nunca los ví de niño.

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Anna- Kristoff, ¡se está moviendo! -anunció con emoción a su marido, quien corrió al instante a colocar la mano en su vientre. -¿Lo sientes?

Kristoff- Lo siento -afirmó con un brillo innegable en sus ojos. -¡Qué bendición tan grande, mi zanahoria!

Norte- ¡Parece que el nuevo integrante ya quiere ver a sus padres! -rió con gran alegría.

Los Guardianes estaban felices por el bebé de los Bondadosos y la pequeña Toothiana que, de vez en cuando les regalaba un par de momentos tiernos con sus risas.

Jack- Yo también quiero sentir uno -susurró al oído de su novia, quien enrojeció al instante- Sentirlo aquí, moviéndose, feliz -colocó su mano en el vientre de Elsa.

Elsa- Jack, yo... -se escuchaba nerviosa, él la interrumpió.

Jack- Por favor... -suplicó. -No tiene que ser ahora, sólo... Quiero tenerlo contigo, que un pedacito de mí esté dentro de ti.

Elsa- Sí -fue lo único que alcanzó a decir antes de que él besara su mejilla.

Jack- Te amo -dijo una vez más abrazándola por la cintura.

Elsa- Yo te amo más -contestó mientras pasaba su mano derecha tras la nuca del guardián y acariciaba sus cabellos.

Jack- No, yo más -rió en su hombro.

Conejo- ¡Yo más! -Chilló burlándose de Jack.

Jack- Cállese, usted, don señor -cerró los ojos con una sonrisa burlona.

Hada- Conejo -le riñó entre dientes. -Tu hija quiere que la cargues.

Conejo entendió lo que su esposa le estaba dado a entender y se alejó sin más, pero no sin antes guiñarle un ojo a Elsa, queriendo decir: "ve a por el tigre". Ella rió y le devolvió el gesto.

Jack- Conejo, deja en paz a mi novia, ¡te ví, patas de payaso! -se cruzó de brazos soltando a Elsa e hizo un gesto de enojo.

Ella se levantó de su asiento enseguida para ir con su hermana menor a festejar el momento, pero una mano fuerte y fría capturó su muñeca y la devolvió al lugar de donde venía... O bueno, mejor dicho, esta vez Jack la sentó en sus piernas.

Elsa- Jack -tragó fuerte esperando un regaño que nunca iba a llegar.

Jack- No te dije que te fueras -ancló con mayor fuerza sus brazos al torso de la muchacha- Mañana vamos a dar un paseo, ¿vale? -ella asintió algo tímida. -¿Qué sucede, amor? ¿Te asusté? Perdóname, no quise.

Elsa- No es eso -rió.

Jack- ¿Entonces? -Cuestionó alzando una ceja.

Elsa- Si Anna nos ve así... -volvió a reír dejando inconclusa la frase.

Jack sabía a lo que de refería: puré de Frost para la cena.

Pero no le importó.

Jack- No me importa -dijo totalmente despreocupado. -Soy tu novio, mi cielo, eres mayor y, ella está embarazada.

Elsa- Buen punto -comentó parándose. -Aún así es mejor no provocarla.

Él carcajeó y la dejó ir hasta donde estaba Toothiana, luego la tomó en brazos para cargarla mientras la pequeña soltaba pequeñas risas acompañadas de pucheros.

Hada- Vaya que te sienta bien la maternidad, Elsa -comentó haciendo referencia a cómo se veía con la hija de Conejo en brazos.

Jack- ¿A que sí? -Sonrió pícaro.

Conejo- No te hagas ilusiones, contigo no pasará -se burló posando la mano en su pecho fingiendo dolor.

Jack- Canguro, la gran diferencia entre una mosca y tú, es que ella vuela, ¿lo sabías? -Contraatacó.

Conejo- ¿Así como que la diferencia entre tú y un sapo es el color? -Arqueó una ceja.

Jack- Sólo un idiota contesta a una pregunta con otra -se cruzó de brazos. -Patas de canguro, ya bájale, no quiero herir tus suaves sentimientos de colegiala.

Conejo- Oh, Jack, tú eres la colegiala aquí... -se sentó entre medio de su esposa y Elsa quienes los miraban divertidas. -Una sin zapatos.

Jack- Por lo menos a mí no me huelen las patas -masculló

Kristoff- ¡Oh! -trató de no reír porque el Conejo de Pascuas lo estaba mirando de no muy buena manera y él no quería perder la generosa ración de zanahorias que amablemente el padre de Toothiana se ofrecía a conseguir.

Elsa también reprimió una risilla, caminó hasta el guardián de la diversión para besar su mejilla y luego ir a dormir. Logró dejarlo pensando en ella como un bobo, igual que todas las noches. Sólo en ella.
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—Entonces, ¿ya podemos sacarlo? —preguntó Flame a su madre con cierta emoción en la mirada.

—Antes déjame debilitar a los guardianes, luego de eso, será pan comido —contestó Lilian mirando sus uñas.

—¿Cómo?

—Querido, no te olvides que soy una bruja —sonrió maliciosa. —Voy a quitarle la inmunidad a ese par de... paletas heladas. Después ella será toda tuya.

Continúa pronto, no es tan largo como debería, pero Wattpad me borró todo. Lo siento.

Gracias por aumentar el número de visitas!! Me hacen llorar de alegría!!

El Origen  De Los Guardianes 2: Los 2 Bondadosos Y... La Reina De Las Nieves?Onde histórias criam vida. Descubra agora