El Origen De Los Guardianes 2: Los 2 Bondadosos Y... La Reina De Las Nieves?

Capítulo 17: Cupido

Elsa le había contado a Santa su historia con Cupido. A ella realmente le dolía contar esa parte de su pasado, porque le traía muchos malos recuerdos a la mente, sin embargo siempre se mantuvo firme para no aparentar ni siquiera una cuarta parte del dolor que aún retenía.

Norte: ¿Y qué sucede con el tema de la madre naturaleza, querida?

Elsa: Bueno, digamos que es mi amiga desde hace mucho tiempo, desde mucho antes que la eligieran para tomar ese puesto. Desearía salir a buscarla, pero se encuentra muy lejos de aquí en este momento.

Norte: No me explico esto.

Mencionó pensativo, rascándose la barba.

Elsa: ¿El qué?

Norte: Jack y tú.

Elsa le miró confundida.

Elsa: ¿Jack y yo?

Norte: Si. Pareciera que hombre de la luna te eligió porque tienes similitud con Jack y eso en gran parte les ayuda haciéndolos más poderosos. Sin embargo son en serio diferentes. Él es juguetón, tú eres una chica bien comportada y seria; él anda por la vida como si nada, pero tú te preocupas por los demás; tú eres de sangre real y él no. Pero también tienen sus similitudes: Jack ama a los niños al igual que tú; cuando agarra confianza es muy cariñoso, lo cual, me parece tú también; ambos comparten su don; son jóvenes, entre comillas (Elsa rió); tienen un gran corazón... Por mi panza! Son muchas cosas.

Elsa: Disculpa, Norte, pero no comprendo en qué momento llegamos al tema de Jack.

Norte sabía que la joven tenía razón, pero, de igual manera, estaba enterado que Jack no veía simplemente como compañera de trabajo y amiga a Elsa. Se dió cuenta, obviamente, por el tipo de miradas que el chico le dedicaba, que sentía atracción por ella.

Estaba enterado también que los guardianes sólo sienten eso una vez en su existencia, y era por su amor verdadero. Entonces él quería ayudarles.

Ciertamente Norte ya lo había vivido, y como le hubiese gustado que le "echaran la mano", quiere ayudar.

En ningún momento Norte ha mencionado que sucedió con la señora Claus. Pero esa es otra historia...

Norte: Tienes razón, cambiemos de tema... Disculpa que sea metiche, pero ¿por qué tienes puesto un abrigo si no hace frío, y tu lo resistes porque lo dominas?

Elsa: Ammm... Es que me gusta mucho.

Respondió nerviosa haciendo a Norte, dudar.

Norte: Confía en mi, hija.

Elsa suspiró rendida, sabía que no lo podía ocultar, aunque Jack le ayudó bastante al no decir nada en el momento.

Se deshizo de su abrigo y alzó la manga de su vestido.

Santa quedó sin palabras.

Norte: ¿Cuándo te hiciste esto?

Elsa: Cuando Pitch intentó atacar a Hada. Al herirlo me rozó con la navaja.

Norte: Pero, Elsa, esto no es un simple roce. ¿Quién te ayudó a aliviar te?

Elsa: Jack. Pero le pedí que no dijera nada. Por eso ustedes no sabían.

Norte: Bueno. Tengo un poco de poción curativa. Cuando vayas a dormir, enjuaga tu brazo con ella.

Sacó de su escritorio un pequeño frasco con líquido morado dentro y se lo entregó a la peliblanca.

Elsa: Muchas gracias, de verdad.

Norte: La herida desaparecerá rápido, pero el dolor tardará un poco más.

Elsa: De todas maneras, gracias.

Caminó hasta él y le regaló un abrazo que en seguida correspondió.

Elsa: Eres como un padre para mi. Te quiero.

Norte: Yo también, hija.

Un rato después, Elsa partió camino a con Cupido.