El Origen De Los Guardianes 2: Los 2 Bondadosos Y... La Reina De Las Nieves?

Capítulo 5

Kristoff- Entonces - continuó carraspeando. - ¿Qué quieren saber?

Norte- Primero que todo, anteriormente mencionaron algo sobre Hombre de la Luna.

Anna- En efecto, él nos trajo hasta aquí, aunque en realidad todo el trabajo lo hizo mi hermana, él siempre la guía.

Hada- ¿Qué?

Kristoff- No sabemos cómo con exactitud, pero Elsa tiene un vínculo con él.

Elsa- Me parece necesario que sea yo quien responda a esta cuestión.

Hada- Comienza entonces.

La peliblanca soltó un suspiró melancólico y comenzó a narrar para los Guardianes su origen.

Elsa- Fuimos la familia real de Arendelle alguna vez. Desde nacimiento tengo control sobre el hielo y todo lo semejante, poder que crecía conforme pasaban los años. Esto trajo consigo un sinfín de problemas que me separaron de Anna; incluso cuando nuestros padres fallecieron en búsqueda de respuestas, no estábamos juntas. Me hice cargo de Arendelle desde los 18 años para finalmente ser legalmente monarca a los 21. Durante mi coronación hubo una pelea entre mi hermana y yo, por lo cual escapé hasta la montaña más imposible de alcanzar, la cual mi hermana a lado de Kristoff, a quien conoció camino a encontrarme, no tardaron mucho en hallar - frunció el seño. - Pero de este encuentro Anna salió lastimada, por culpa mía. Regresaron al castillo en cuanto antes mientras que el prometido de mi hermana me tendía una trampa. Luego de muchos problemas, restauramos la paz en nuestro reino. Todo era tan abundante, tan perfecto... - empuñó las manos con un tono de irá que le hacía nudos en la garganta. - Hasta que Pitch Black apareció. Fue en la boda de mi hermana...

Flashback...

Mi hermana decidió que la boda se celebrará en el centro del reino, así entonces, rodeados de sus invitados tanto nobles como plebeyos y unos cuantos Trolls, ella y Kristoff celebraban lo que se suponía era el mejor día de sus vidas.

De las lámparas y los postes colgaban muchísimas flores rosadas, sus pétalos se desprendían con ayuda del viento y danzaban sobre nuestras cabezas hasta llegar a nuestros pies. Era sumamente hermoso.
Yo los veía. Finalmente estaba segura de que Anna había encontrado el amor verdadero.

De repente, todo se oscureció. Aquel hermoso día soleado y lleno de vida se convirtió en penumbras. Las flores que estaban a nuestros pies se volvieron arena negra que aumentaba en cantidad conforme pasaban los segundos.
La gente salió corriendo despavorida, de repente se quedaron quietos. Sus ojos ya no tenían vida, estaban llenos de aquella maldita arena; su piel era gris.

- Me disculpo por llegar sin avisar, majestad, seguramente me piensa un total descarado por esto - se burló. - Pero eso podría cambiar cuando escuché lo que vengo a ofrecerle.

- ¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres?

- Me presento, soy Pitch Black, maestro de las pesadillas - me hizo una reverencia acercándose a mí, a lo cual retrocedía. - Elsa, Elsa, Elsa, de nada te sirve escapar.

- ¿Qué es lo que quieres aquí? ¡Vuelve a la normalidad a mi reino!

- Es algo muy sencillo, majestad - me envolvió en su arena, cegándome por completo, sólo podía oírle. - El poder que tienes es muy interesante. Si fuiste capaz de destruir tu propio reino alguna vez sin intenciones de hacerlo, puedo jurar que tendrás la capacidad de destruir lo que se te plazca. Quiero que me otorgues tu fuerza para hacerme ver ante ellos, quiero que me teman de nuevo.

- ¡Libera a mi reino!

- Querida, ya no es posible hacerlo. Sus propias pesadillas los están matando, no es cuestión mía.