El Origen De Los Guardianes 2: Los 2 Bondadosos Y... La Reina De Las Nieves?

Capítulo 23: Sólo sentimientos.

Siguieron con sus cuidados hacia Elsa.

Cuando la pequeña Toothiana estaba despierta la mimaban y cuando no, charlaban.

A la hora de llegada de los varones, Jack entró desesperadamente a la oficina de Norte.

Claro está que era por ella.

Caminó con una notable prisa hacia ella y se arrodilló a donde ésta se encontraba sentada. Con cuidado de no lastimar sus manos, besó los nudillos de la guardiana.

Hada y Anna se dedicaron una mirada de complicidad.

Otras se hubieran ido, pero ellas querían disfrutar el espectacular show.

Jack- Por la luna, mira como te ha dejado ése idiota. -Agachó la mirada- Y yo de estúpido que no pude defenderte.

Elsa- Sí me defendiste.

Jack- Le partiré la cara cuando lo vea. -Pasó un mechón del cabello de Elsa tras su oreja- ¿Cómo te sientes?

Elsa- Mejor. Ya se me pasará.

Jack- ¿Necesitas algo más?

Elsa- Ya es suficiente con que estén aquí. -Le miró con ternura, aunque en realidad a le ardía como fuego de diez mil demonios- Estoy bien, de verdad.

Él sabía que no lo estaba. Aprendía poco a poco a leer cada gesto y diferencia en la tonalidad de voz perteneciente a ella.

Jack- De acuerdo. -Se acercó un poco más a su rostro- ¿Segura que no te duele?

Elsa- Sí.

El peliblanco fue dominado por la tentación lo que provocó, acariciara el labio inferior de la guardiana. Ésta se sintió algo incómoda.

Anna y Hada, quien traía consigo a su pequeñita en brazos, reprimieron un chillido y decidieron salir para darles un poco de privacidad.

Él la miró, ella también.

El peliblanco decidió acercarse más al rostro de Elsa para plantarle un ruidoso beso en la mejilla.

Jack- Si a usted le hubiera pasado algo más grave, lo mato, señorita. -Ella bajó la mirada, él hizo que levantara el rostro tomándola suavemente por el mentón- Ya todos somos una familia y a esta si la mantendré unida para siempre.

Elsa- Lo mismo digo. -Refiriéndose a lo último-

Jack- Los fríos de corazón debemos cuidarnos entre nosotros porque nos estamos extinguiendo. -Rió-

Elsa- Concuerdo en eso. -Rieron- Gracias, Jack.

Jack- ¿Por qué? -Levantó una ceja-

Elsa- Por sacarme una sonrisa.

Jack- Ya te había dicho que tu sonrisa me llena. Más bien, gracias a ti.

Elsa- ¿A mí? ¿Por qué?

Jack- Porque poco a poco, al mantenerte cerca... -Se acercó a ella- Estás descongelando mi frío corazón.

Un tierno sonrojo se hizo presente en las mejillas de ambos.

Él sacó de la bolsa de su sudadera una hoja de papel doblada y se la entregó.

Elsa- ¿Qué es esto?

Jack- En mis tiempos libres he tratado de escribir poesía. -Se avergonzó-

Elsa- ¿Poesía? -Sonrió divertida-

Jack- ¡Increible pero cierto! -Inclinó un poco la cabeza y encogió los hombros sonriendo- ¿Podrías leerla y decirme qué te parece?

Ella obedeció, se sorprendió por tan gratas palabras, eran poemas de amor, eso la sorprendió.