Capítulo 33: Planes...

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Narra Flame...

Caminaba en círculos dentro de mi escondite. Aquí me siento aprisionado, claro que no es lo mismo a vivir bajo el suelo de un volcán, ahí podía hacer todo el ruido que deseaba, ¡Total! Nadie me oiría. Ahora me encuentro en el hogar de mi padre donde todo es sombrío y no hay ni una linea de luz que sobreviva si es otra distinta a las de mis flamas.

Paso mi mirada desde las jaulas vacías donde apresó a las ayudantes de la molesta Hada de los dientes hasta el tenebroso globo terráqueo que está en el centro de la habitación. Me gusta imaginar que un día no muy lejano podré extinguir ésas lucesitas odiosas que se burlan de mí. Quiero pensar en todo lo que tendré a mi alcance.

Mi madre por fin se coronará como la reina de las ninfas, todas ellas le rendirán tributo a su poder y belleza; podré sacar a mi padre del encierro que le dieron los engreídos guardianes del hombre de la luna, él podrá ver de una vez por todas que soy capaz de llegar más lejos que Pitch Black, que la sombra de mi padre, literalmente, será luz contra la mía, haré que se sienta orgulloso de mí como nunca lo hizo... Y a Elsa.

La flamante y poderosa Reina de las nieves me acompañará en mi reinado. Convertiré su dulzura en desconsideración, sus ilusiones en poder y a su querido Frost lo suprimiré del mapa para lograr que todo su tiempo sea mío, que sus ojos sólo me vean a mí. Claro que no destruiré a Jack de una manera caritativa, entre mis planes el mejor dicta arrancarle el corazón, destrozarlo, hacerlo cenizas, que se humille ridículamente por su querida. Pero para lograrlo tendré a Elsa de mi lado primero, la convertiré en mi reina, él lo verá, haré que ella sufra, la voy a lastimar un poco, lo necesario para que se desgarre la garganta y a él el pecho pero no lo suficiente para matarla, y cuando eso pase... Necesito que ella sea quien lo acabe.

— Deberías dejar de alucinar con lo mismo a todo momento. —Dijo mi madre, quien insistía constantemente en que descansara. Era increíble la manera en cómo me leía la mente. Desde pequeño siempre ha sabido exactamente lo que quiero y lo que me pasa— Te volverás loco, o peor aún: te convertirás en tu padre.

— De nuevo a lo mismo. —Puse los ojos en blanco mientras hacía un largo sofá de arena púrpura para sentarme en él— Madre, entiendo que Pitch Black te traicionó, pero no te deprimas con eso, no es necesario, yo te amo.

— ¡Ay, Flame! —Llegó hasta mí y acarició mi cabello con sus manos pasando sus largas uñas rojas por mi frente— Desde que me enteré de ti, has sido lo más importante en mi vida, pero Pitch lo es también, aunque yo no lo desee de esa forma. —Se paró frente a mí y alisó con sus manos aquel largo vestido rojo que tan bien le sentaba— Es tu padre, y lo sigo amando como el primer día. Después de todo... Sigo siendo su mujer. —Comentó mostrando el anillo en su dedo.

— Y Elsa será la mía. —Expresé suspirando con superficialidad— No espero el momento en que lo sea. Es lo más importante en mis planes, arrebatarle a Frost lo que más ama, así como lo hizo con nosotros al alejar a papá.

— Planes, planes, planes. —Rió macabra— Es en todo lo que piensas.

— Lo es... Por el momento.

Narra Norte...

Jack- No me interesa en lo absoluto. -Le dio la espalda a Aster- Tú lo rompiste, tú lo reparas.

Conejo- Lo rompimos. -Hizo hincapié en la palabra "lo"- Entonces mueve el trasero y ayudame a poner el foco.

Estos latosos rompieron una lámpara gigante dentro de la biblioteca, y como era la primera que los yetis instalaron nos dejaron a oscuras. Tuve la brillante idea de mostrarles a mis compañeros cómo iba la remodelación de la biblioteca con iluminación nueva, pero se me olvidó el pequeño detalle de amarrar a Jack lejos de Conejo.

Debido a una jugarreta "inocente" que terminó en pleito, Conejo lanzó uno de los huevos de pascua que pintaba con el propósito de atinarle a Jack, sin embargo, el muchacho estaba volando cerca de la lámpara y notó el ataque de su contrincante, entonces se movió y el golpe lo recibió el inocente foco nuevo.

Jack cayó al piso y aplastó a Conejo, o por lo menos fue lo último que ví antes de que la luz cesara.

Anna- No me interesa quién lo repare, pero, por favor háganlo ya. -Pidió algo agresiva.

Elsa- Kristoff, ¿Sigues aquí? -Su voz preocupada se oía a mi lado.

Kristoff- Sí, cuñada.

Jack- Yo también estoy aquí, cariño. -Comentó con tono celoso.

Elsa- Lo sé, mi amor. -Respondió tratando de no reír, según lo que me pareció oír- Tenemos nuestras manos unidas.

Anna- ¿Que tienen qué unidas? -Se indignó- ¡Maldito pervertido! Suelta a mi hermana.

Empecé a escuchar golpazos que seguramente eran de Anna para Jack.

Hada- De suerte que Ralph está cuidando a Toothiana. -Mencionó.

Jack- ¡Anna, déjame! -Gritó a modo de defensa- Es mi novia.

Anna- Sí, pero es mi hermana. -El sonido de un sartén contra algo duro me ensordeció por un segundo.

Elsa- ¡Anna! -Riñó a su hermana.

Anna- Para que aprenda a no estar de pervertido. -Aclaró mientras su esposo carcajeaba- Fue un buen consejo el del sartén. Tendré que agradecerle a Punzie más tarde.

Jack- ¡Como sea! -Exclamó quejándose del dolor- ¿Dónde está el repuesto de la lámpara, Norte?

Norte- Ese es el problema. -Respondí rascando mi barba- No hay repuesto.

Conejo- ¿Qué parte de "foco nuevo" no entendiste? -Atacó.

Jack- Y tú, ¿Qué parte de "Norte" no entendiste? -Contraatacó.

Conejo- ¿Sabías que sólo un idiota responde a una pregunta con otra? -Dijo y luego rió.

Jack- Pues tú acabas de hacerlo. -La risa de Conejo paró y le dio pasó a las estruendosas carcajadas de Jack- ¡A ver, ríete, Conejo!

Conejo- Qué chiste tan gastado. -Se defendió burlón.

Jack- Claro, tanto como tu sentido del humor. -Dijo bostezando. Ya era de noche, teníamos sueño.

Conejo- ¡Ay, perdón! -Ofreció una disculpa falsa- Se me olvidaba que tú eres el rey de los payasos.

Jack- Ja, ja, ja. -Fingió reír sarcástico- Qué chiste tan gastado.

Conejo- Así como tus bromas. -Se burló.

¡Ay, no otra vez! Si no los hubiera traído a ambos juntos nada d esto estaría pasando. Seguirán peleando toda la noche, entonces le pedí a Elsa que tratara de mantener escarcha activa que se reflejara en la luna y nos diera algo de luz para poder salir de ahí. Gracias a la luna lo logró. Pero por más que intentamos no pudimos separar a Jack de Conejo, entonces tuvimos que dejarlos ahí. Elsa quiso quedarse para ver que todo estuviera bien y no se mataran entre sí. Pobrecilla, no la dejarán dormir.

A la próxima los amarro.

~~*~~

¡Hola! Disculpen el atraso, como ya es mi costumbre, me enfermé y no podía ni siquiera pararme de la cama, pero ahora que mejoré lee regalo este capítulo.

Actualizo pronto, ya comencé el otro, sólo debo ponerme al corriente con mis otras dos novelas.

Gracias por leer.

El Origen  De Los Guardianes 2: Los 2 Bondadosos Y... La Reina De Las Nieves?Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz