Prólogo

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En la ciudad había un mito urbano que se esparcía como la lluvia en primavera. El mito que el señor Lee Hyun Bae era un hombre ambicioso aparte de ser el hombre más poderoso del país. Cada ciudadano que medianamente viera las noticias sabía que este empresario no tan solo había sido un halcón para los negocios, sus mercados y hombres le respetaban, pero, tristemente, ser un hombre con poder le daba debilidad ante los medios.
Su vida privada no pudo ocultarse, Lee Hyun Bae no tan solo era un hombre de negocios, era un hombre de familia.

Lamentablemente, la reputación de este hombre se había formado por su joven viudez y paternidad. Pero no dudó en hallar el amor por segunda vez y por una tercera, bajo los encantos de su botella de Whisky. Con el nacimiento de su tercer hijo, él inauguraba el mismo numero de tumbas a la cual visitar para su gran pesar.
No volvió a casarse cuando una hermosa joven del continente llegó a su vida y amó a sus pequeños hijos; maldita sea su suerte cuando alguien quiso arrebatarle el cuarto amor de su vida. La familia materna de cuarto hijo se la arrebató de las manos de una forma cruel y despiadada solo porque ella se negó en enviarles un dinero que solo ayudaría a los vicios de la familia.
Estaba desbastado, la mansión solo era un lugar oscuro en donde cuatro niños se criaban gracias a la ayuda de niñeras a sueldo, maestras de inicios de grado y él halló refugio en el alcohol.

Esa noche salió por una copa.

La isleña que era su mesera lo acercó a la barra y a su cama, esa noche en Busan. Era hermosa por completo y en ella se encontraba un corazón tan grande como su voz. No volvió a saber de ella hasta que su abogado le llamó con urgencia unos nueve meses después.
Lee Hyun Bae había enterrado a cuatro esposas, estaba criando ahora a cinco niños y había adquirido grandes acciones en el mercado. Se estaba posicionando en la gran lista de poder de su país y las cosas no podían ir mejor.

Quien diría que aun en su casa y sus hijos solo lo viesen una vez por semana.

Su mejor amiga de la secundaria, una hermosa abogada de Seúl en la cual había confiado todos sus años de vida le reprendió una noche. Ella trabajaba para su creciente imperio y tenía la confianza suficiente para aconsejarle que no podía dejar a los niños solos. Todos se llevaban por muy poco y algún día necesitarían respuestas.

—Si no quieres que los niños te odien en un momento, deberás ser un padre Hyunnie. No puedes dedicarte al alcohol.

El hombre la miró con aquellos ojos brillosos luego de ver como ella le arrebataba el vaso de vodka, también le dolía que sus hijos mayores quedaran tristes cada vez que él se iba. No podía soportarlo porque comenzaba a amarlos como lo que eran, prometió allí mismo bajo la luz de su oficina que haría lo posible para ser un padre ejemplar.

Si, Lee Hyun Bae era ambicioso. No le alcanzaba con tener el país a sus pies, él tenía ser amado no por una mujer, tenía que conquistar a seis.

Los niños supieron toda la verdad, su padre se esforzó por mostrarles un ser humano debajo de la armadura contra buitres, ese hombre sensible que sufría y no era el típico viejo frío sin corazón que se encargaba de velar por su bienestar y ayudarlos solo con la condición de que siguieran su legado. El país y los medios conocieron a los seis herederos detrás de ese poderoso hombre ambicioso que ya estaba felizmente casado hace dos años con la hermosa abogada.

Pero no podían negar que ellos crecieron bajo los flashes ocasionales hasta que, su amable madre, conseguía una orden judicial para alejar al amarillismo de sus vidas. Iban a una escuela cara, luego a un instituto prestigioso. Su viejo padre batalló con toda muestra de carácter de cada hijo; eran tan distintos entre sí y tenían gustos diferentes que a veces veía a sus madres reflejada en ellos.

Wherever You Go ►MeanieWhere stories live. Discover now