Capitulo veinticuatro

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La desconocida se había colocado justo detrás de ella, le bloqueaba el paso y sus alas su campo visual. 

Perla se sentía amenazada, quizá no en verdadero peligro pero por alguna razón-llamemoslo intuición- sintió el punzón de los celos atravesar su alma como un puñal frió. 

-Podrías...- Comenzó la desconocida al tiempo que Perla comenzaba su caminata rodeando la presencia de la recién llegada, para colocarse al lado de cuernos que parecía intimidada por la envergadura de aquellas hermosas exenciones del cuerpo de la desconocida, el viento parecía bailar circundandolas, como si aquellas fueran el mejor lugar para estar en el mundo, entre aquellas plumas suaves pero que parecían ser terriblemente punzantes. Perla sacudió su cabeza, sabía que físicamente aquellas alas no le harían daño pero a nivel moral lo estaban haciendo ya que la mirada de cuernos parecía imantada en las mismas.

 Se dice que el color de las alas en los virgo delata su personalidad y aquellas alas de un tono grisáceo, casi platinado dejaban entrever una personalidad neutral, perfeccionista casi compulsiva y la forma afilada al final de  sus alas descubrían una mente igual de afilada; sus iris eran dos carbones negros que no dejaban pasar el menor rastro de sentimientos a través de ellos, su semblante era imperturbable parecía ser ajeno a emociones o sentimientos, aquel rostro jamás dejaría predecir lo que estaba pensando aquella hija de Virgo, que era sin duda un prototipo perfecto de los mismo. 

La recién llegada hablo pero Perla, que yacía sumida en una cavilación lejos de ese lugar no la esucho, su cerebro se estaba tomando su tiempo para analizar porque aquella desconocida causaba tanta animadversión en su ser. Ciertamente no era un oasis de belleza como lo era ella, sin embargo había algo en ella que la hacía dudar de la concentración con la cual Calipso la miraba y como ofrecía sonrisas cada vez que respondía las frases de la desconocida. 

-¿Cierto, Perla?- La chica piscina reacciono buscando aquellos ojos verdes que le pertenecían pero sin embargo encontró los castaños ojos de Aria mirándola fijamente esperando una respuesta, el cerebro de Perla se estaba tomando su tiempo y esto la estaba desesperando, sintió que estaba como una idiota frente a la chica Virgo, pero seguía lejos de que aquel momento. 

-¿Como...?- Preguntó luego de aquellos tres minutos que parecieron interminables para el grupo, los demás la estaban observando, Aria parecía contrariada por lo distraída que estaba, Talia y Altlan no parecían tan interesados, de hecho las Alas de la desconocida era una curiosidad exótica para ellos, pese a que se dieron cuenta del estado de Perla no le tomaron mucho interés.

-Amor- Comenzó Calipso dirigiéndose a la chica pez a su lado.- Le decía a Valkiria que nos dirigimos a un claro cercano para acampar- lo ultimo lo pronunció casi sin mirarla, sus ojos parecía pegados a las alas inmensas de la tal Valkiria  que parecía ajena a la mirada de la capricornio y la escrutaba a ella con aquellos carbones que poseía por ojos. 

Perla asintió y repaso la información que estaba llegando a ella a través de sus muy atontados sentidos. 

La desconocida ahora poseía un nombre que, para ella sonaba feo pero la entonación que le había dado la chica de cuernos denotaba una clara fascinación el mismo. 

Perla bufó. 

Lo siguiente era que la tal Valkiria tenía entre sus manos un objeto, parecía un libro de historia porque poseía una tapa oscura y el mapa de Zodiaco cartografiado después de la gran guerra atravesado por una linea  transversal que luego de ella se convertía en el mapa antiguo, el que se utilizaba antes de la existencia del conflicto bélico que duro dieciocho largos años.  

Seguramente aquel libro era la razón por la cual había bajado en el viento de manera tan estrepitosa. 

Perla bufó de nuevo, la recién llegada parecía inteligente y cualquiera que conociera a cuernos aunque fuera de manera superficial sabía que Calipso de Capricornio era débil ante el encanto de la inteligencia. 

Bufó de nuevo, se sentía verdaderamente amenazada y empezaba a ser consciente de ello. 

 -No me gusta mucho acampar que se diga- Por primera vez Perla escucho la voz de la desconocida, era pulcra al igual que sus alas y neutral igual que su semblante, pero, poseía una debilidad; Valkiria vacilaba antes de omitir frases, repetía constantemente el "Uhm" y eso hizo carcajear a Perla haciéndola entender muy tarde ya, que Calipso, Altlan y Talia estaban apelando por la presencia de la recién llegada en el viaje. 

Para ella se sintió como un golpe de traición y tuvo que luchar contra las ganas imperiosas que se colaban en su pecho de alejarse de ese grupo de tontos traidores, en vez de eso decidió callarse y observar a los demás. 

-Cal, no insistas-Comenzó la pisciana que ya estaba harta de ese encuentro que habían tenido con la hija de Virgo y quería seguir adelante con su viaje SIN ella. Se acerco un poco más a cuernos y tomo su mano posesivamente y prosiguió-No queremos romper la cultura ermitaña de Valkiria

Calipso bajó la mirada en forma de rendición y suspiro mientras miraba hacia otro lado, estaba haciendo uno de sus berrinches silenciosos, Perla los amaba pero en ese preciso instante lo odiaba más que nunca. 

Valkiria sonrió como quien no quiere la cosa, pero dentro de si estaba luchando contra sus ganas de aceptar la invitación de aquella capricornio, la taurina seguía insistiendo y eso lo hacía una tarea aun más difícil. Odiaba importunar y eso es lo que le demostraba la pisciana desde que se coloco a lado de la capricorniana, sabía que la chica pez sentía celos y entendía porque, la pequeña capricornio era bastante atractiva y le había dejado claro que era inteligente cuando reconoció el libro, por el cual tuvo que bajar y producir todo ese escenario. Aun se sentía contrariada con aquellas dos, sabía el decreto de la cúpula y sabía cuanta gente había muerto en los últimos días; claro que a ella eso no le provocaba mayor miedo, los Virgo estaban tan alejados y tan autoexiliados que no solían entablar relaciones profundas con los demás signos, eso les parecía perfecto en aquellos tiempos de crisis, de hecho le parecía que aquellas dos eran estúpidas por arriesgar sus vidas de esa manera, pronto tendrían que cruzar el pueblo central de la tierra de los virgo y ahí habían cientos de guardias escorpiones buscando de cumplir la ley, algunos más sádicos esperaban ver cualquier desliz para llevar el caso a al cúpula y provocar sangre, esto la hizo temblar un poco. Imagino a la capricornio ahorcada en una plaza y sus tripas se revolvieron. 

-Bueno, creo que deberíamos irnos- esta vez hablaba la Aries que salia del silencio que había mantenido hasta ese momento desde que se reunió con aquel particular grupo. 

-Si, aun debemos cruzar el pueblo y caminar unos kilómetros más.- Sentenció el acuariano. 

Valkiria se sintió desolada y como si fuera ajena a las decisiones que tomaba su boca comenzó a hablar, pensó en detenerse pero  ya era demasiado tarde. 

-Bueno, no me gusta mucho acampar pero... Podría ir con ustedes.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------HE VUELTO DE LAS SOMBRAS BUAJAJAJAJAJA 

Diarios Zodiacales. [EN EDICIÓN]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang