Capítulo Uno

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¡CALIPSO!—gritó Talia en el oído de la chica de cuernos, provocando que esta se estremeciera y la mirara con odio a los ojos.

Tali, querida, ¿¡CUANTAS VECES TE HE PEDIDO AMABLEMENTE QUE NO HAGAS ESO!?—exclamó Calipso, que miró a su amiga que le daba una sonrisa de cariño, mientras tomaba posesivamente la mano de su novio.

Sus cuernos que denotan a la raza de tauro sumados a su altura dejaba en desventaja a Calipso que a pesar de tener los cuernos característicos de los capricornios, era y sería bajita por el resto de sus días. Calipso se encontraba dormitando apaciblemente bajo un árbol cercano a su aldea, así que le extrañó de cierta manera ver a Leandro vagando por esos lugares, a pesar de ser el novio de Talía; puesto que los libranos no suelen andar demasiado por las tierras de Zadabacha, lugar predestinado para albergar a todos aquellos signos de tierra

Hey hey.., Cuernitos, no le grites. Es mi novia, ¿recuerdas?—por primera vez Leandro emitía palabra, como siempre tan ácido hacia Calipso, ella rodó los ojo y luego la miro con sarcasmo.

Leandro, tu novia también tiene cuernos así que me parece estúpido el hecho de que me llames cuernitos, por favor, sólo no me aturdas acabó de despertar.—Calipso, iba a proferir un insulto cuando toda su furia desapareció al ver al único signo que podía hacer que se olvidará hasta de que mes era. Perla, una chica del signo piscis, Calipso casi no pudo evitar babear.

Hey, ¡ahí viene Perla! ¡Perla! ven—gritó Talia con tal vez demasiado entusiasmo y a Calipso le empezaron a temblar las piernas.

Perla, con sus escamas y branquias, era realmente bella, íntima amiga de Talia y de Calipso, Leandro, de nuevo, sólo era una cosa de sumo aprecio para su novia, las otras dos chicas preferían omitir su presencia por completo.— ¡Hola! ¿Cómo les va?—pronunció muy amablemente Perla—Estaba en Orión consiguiendo algunas prendas nuevas, ¡no creerán lo que he encontrado!

Perla era posiblemente la única chica Piscis que adoraba con su vida la moda, tenía un gusto increíble, y esto hacía que Calipso no pudiese dejar de mirarla.

¡Muy bien! Pasábamos por aquí a despertar a esta pequeña—Responde Talia tocando los rizos en medio de los cuernos de cabra de su pequeña amiga.

¡No me llames pequeña! ¡Tú!... Gran...—su amiga la detuvo antes de que pudiese insultarla.

Eres adorable y lo sabes, Cal—Calipso enrojeció al instante al escuchar la risa de la chica piscis, y bajo la cabeza escondiéndose, y luego de respirar unos minutos alzo la mirada y con mucha dedicación enlazo palabras coherentes para así por fin saludar a Perla.

Ho-hola perla... Esto... Estas muy...bonita hoy- Calipso solo podía balbucear, mientras que Perla le sonría y le devolvía el saludo, Talia se sentía algo incomoda, miro a Calipso, y sonrió.

Altlan está esperándote en Orión, Calipso deberíamos apurarnos.—Talía tomó fuerte la mano de Leandro, rozando una de las balanzas que colgaban de sus muñecas, el símbolo de todos los Libra, observó a Calipso con cariño y le lanzo una sonrisa de apoyo.

Atlan era el hermano de Calipso, nacido de los mismo padres, pero no fue alumbrado en el tiempo correcto para vivir junto a ella en Zadabacha , en cambio había nacido para habitar con los signos de aire en la tierra llamada Agrapha puesto que era nativo del signo acuario. Así pues, hemos de explicar que, cuando un niño nace se determina el lugar al que pertenece, llevándole a una familia compatible con su elemento, sin embargo, el mismo puede mantener contacto con sus familiares biológicos pese a que estos no compartan su signo u elemento

La caminata a Orión, fue muy amena, Talía iba de la mano de Leandro. Haciendo bromas, riendo, y dándole uno que otro empujón a Calipso para que se atreviera hablarle a Perla, ya que, su amiga parecía haber quedado enmudecida ante la presencia de la chica pez.

Por otro lado, Perla llego a un punto se hartó de tanto silencio y empezó a hablarle a ella, Talía observaba de lejos el rubor de su amiga, girando los ojos sin entender aún como es que después de tanto tiempo Calipso aún seguía prendada a los encantos de Perla. Se detuvo y Leandro hizo lo mismo, ella lo abrazo y se acercó a él para darle un beso algo lánguido, y sensual como es característico de los tauros, Leandro devolvió el beso con igual alevosía, y no se habría detenido sino se hubieran dado cuenta de que Perla y Calipso les habían dejado atrás.

Vamos—Susurró, tomando la mano de la chica testaruda y plasmando en ella un pequeño beso y siguieron andando por la céntrica y magnánima ciudad; hay que detallar que Orión es la ciudad más grande del Zodiaco, era aquí donde las especies de diferentes signos hacían sus vidas aparte de la típica hogareña alrededor de sus iguales, es aquí donde se hayan los lugares de estudios, la cúpula, también entendida como gobierno; es aquí donde se podrían encontrar entre ellos, puesto que, está de más manifestar que se halla de mal gusto ver a signos en aldeas que no son de su providencia.


Diarios Zodiacales. [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now