Capitulo 70

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— Tu no entiendes, tu no estas en mi cabeza, no lo haré… no — susurro Justin. 
— Si no lo haces, ¿Qué jodida mierda esperas? ¿Vas a quedarte ahí siendo un maldito adicto y haciendo una mierda tu vida? ¿Eso es lo que quieres? Porque si es así… entonces yo me iré ¿entiendes?. Me iré con mi hijo, porque no dejare que vea su héroe echo un completo fracaso, no corromperé su mente con algo así, no dejare que vea a su padre morir de esa forma. Hice todo por ti, lo sabes, pero si tengo que elegir, sacare a mi bebé antes de que sea demasiado tarde. — dije sin pensarlo, sin penar en las palabras duras, era la primera vez que lo llamaba fracaso, sabía que no era así, el no lo era, pero fue la única palabra que encontré para sacarle una maldita reacción de todo lo que estaba sucediendo, simplemente solté lo que había en mi mente ahora, no en mi corazón, porque mi jodido corazón no hace mas que meterme en problemas y hacerme quedar como una maldita idiota que él podía joder y yo lo soportaría con una sonrisa. Al diablo con ello. 
El me miro y vi en su mirada como si hubiera roto algo dentro de el.
Dios sabe que no quería hacerlo, solo quiero ayudarlo, solo quiero que vea la realidad y que tenga miedo… así caería en la cuenta de que eso es una mierda y tiene que pedir ayuda, porque yo realmente nunca lo abandonaría, ni mucho menos ahora. 
Solo eran palabras vacías. 
El silencio reino dentro de la habitación y Justin me miraba furioso, su respiración se aceleraba, él estaba sacando conclusiones en su mente, estaba pensando en algo. 
Lo podía ver en su mirada. 
— No puedo creer que te hayas atrevido a llamarme fracaso, eres una maldita perra de mierda, ¡SOY LO QUE TU ME HICISTE! No puedo creer que todo este tiempo estuve tan ciego… solo jugabas conmigo ¿Eh? Jodiste con mis sentimientos y los escupiste, ¿Eso es lo que fui durante todo este tiempo?. Pensé en ti como la única persona que estaría para mí cuando más te necesitara, pero ahora solo piensas en huir, o desacerté de mí, ¿Qué paso con “estar en las malas”? Demonios. Jodí mi vida por tu culpa, ¿entiendes que significa de eso? Fue por ti que entre en esto, tu me hacías sentir como una completa mierda, me hacías sentir como si no fuera lo suficientemente bueno para ti., pero sobre todas las cosas hiciste que pensara que sin ti mi vida no tenia sentido y por eso llegue a esta mierda, hiciste que te amara para luego dañarme, maldita sea, encontré la paz en las malditas pastillas, la paz que tu nunca me diste, creí que esto tenia que ver conmigo, el ser como soy, pero no. Tú me has hecho de esta forma, me humillaste, jugaste conmigo y ahora piensas desecharme como una basura y llevarte a MI hijo. Joder… te odio. — dijo mirándome fijamente. 
Estaba echa un completo desastre, mentalmente y físicamente. 
— Justin… no…— quería volver el tiempo atrás y nunca haber dicho lo que dije. 
Sus palabras me atravesaban como un cuchillo.
— Te odio, puedes irte al infierno, me importas una mierda desde ahora, espero que lo entiendas — sus ojos estaban rojos y me miraba como si quisiera acabar conmigo.
Las palabras me dolían jodidamente tanto que ni siquiera podía respirar, una parte de mi solo quería devolverle un poco de mi dolor a él en este momento, la otra parte quería gritar que no me odiara porque yo lo amaba demasiado, aunque me haya dichos esas crueles palabras... 
Pero supongo que la primera ganó, porque solté cosas que me dolieron más a mí pues no podía soportar en la manera que me miraba, como si yo fuera algo asqueroso o con una maldita enfermedad.
— Sí, ódiame, porque a mi realmente me importa una mierda lo que tu sientes sobre mi, siempre fue así. Eres un maldito hijo de perra. Y si, hombre, te remplazaría, porque eres jodidamente fácil de remplazar — de repente mi rostro estaba hacia un lado y caí en la cuenta de que me había golpeado. 
Volví mi cabeza rápidamente y lo mire sin poder creer lo que había echo, otra vez. 
— Perra asquerosa — soltó y no esperé mas, hasta estar a solo centímetros de el y devolverle el golpe. 
— ¡No vuelvas a tocarme! — le grite y quede quieta en el lugar, no me echaría atrás como una cobarde. 
— ¿Qué no te toque? Acabas de cometer un error — dijo tocándose la mejilla, el lugar donde lo golpe.
Me empujo hacia tras y tiro de mi cabello dolorosamente, gemí.
— Eres una perra, igual que tu madre. ¿Lo sabias? No sirves para nada, hare tu vida un infierno. — me soltó del cabello, pero yo logre rasguñar sus manos, el ni siquiera se inmuto por eso. 
Me empujo con fuerza hacia la pared haciéndome chocar fuertemente, golpeándome la espalda, solté un quejido. 
— Te odio — escupí y lo mire llena de odio. 

El volvió a sonreírme de esa manera en la que lo hizo hace tres año y fue ahí, cuando supe, que no podía hacer nada y que esto nunca funcionaria. Ya no habría oportunidades. Ya no había nada mas para él. 
Si quería joderse la vida, pues, que se la joda. 
Acaba de tomar una decisión cuando se atrevió a golpearme. 

Era el fin. 

No espere hasta llorar cuando el se fue dando un portazo fuerte y yo me derrumbe. 
Me acurruque en el suelo escondiendo mi rostro entre mis rodillas y llore con todas mis fuerzas.
Olvidándome que estábamos en el estadio, obviándome de que alguien podía entrar y verme así, aunque sinceramente me importaría una mierda. 

Mi vida acababa de cambiar.

•Cσмρℓι¢αтє∂ ℓσνє• [TERMINADA]Where stories live. Discover now