Capitulo 17

1.3K 28 0
                                    

— ¡Al diablo contigo, no te debe importar lo que hago yo con mi chica! ¿Entiendes? Solo asegúrate de hacer bien tu maldito trabajo, jodido idiota — La voz de Justin me despertó, repentinamente el dolor que sentía mi cabeza era fuerte y intenso. Tenía la vista borrosa, pero estaba desesperada por un poco de agua, parecía que no había tomado una gota en años. 

Trate, inútilmente, de levantarme. Pero solo logre gemir.

— Nena, lo siento no debí gritar, te desperté. ¿Estas bien? ¿Qué necesitas? — Pregunto Justin a mi lado.

— Quiero agua — susurre apenas y en segundos la estaba bebiendo.

— Un doctor vino a revisarte y me dijo que solo fue un desmayo sin gravedad, a causa del estrés y los nervios. Ahora, dormirás y te relajaras, no pienses en nada. 

— ¿Con… con quien hablabas? — pregunte con mi voz algo acongojada ignorando su comentario, de repente había recordado la pila de insultos que le había dado a aquella persona detrás de la línea. 

— Con el doctor, dijo que deje de estresarte y me regaño como si fuera su maldito hijo.

— Él solo hacia su trabajo… — susurré.

— Lo sé, simplemente… él, él… me hizo sentir mas culpable de lo que ya me siento y realmente lo siento cariño, lo siento mucho… 

— Yo… — mi voz se apago, ni siquiera sabia que decir, solo volví a recostarme y visualice todo un poco con más atención. Estábamos en nuestra habitación.

¿Nuestra? ¿Era nuestra todavía? 

Fue como una fila de imágenes y voces las que atraparon mi mente ahora, recordándome todo lo que había ocurrido. Pero ya no importaba, solo quería descansar, lo necesita, tanto como necesitaba a Justin abrazándome. 

— ¿Te quedaras conmigo? — pregunte y el susurro un “si, nena” para luego abrazarme por la cintura. 

Y aunque mi cuerpo estaba cansado como si fuera que corrí una maratón, no podía dormir, ni dejar mi mente tranquila. 

— ¿No puedes dormirte? — me pregunto Justin suavemente. 

— No, todo este drama es estresante ¿Sabes? — los mareos cesaron y me sentía estábale. 

— Déjalo ya… yo creo… creo que podemos intentarlo. 

— No entiendo…

— No quiero alejarme de ti, no puedo. Me fui de aquí echo una furia porque sentí que te perdería, y nena sabes que te amo demasiado, yo solo quería hacer esto mas simple y menos duro. Pretendía olvidarme de ti, aunque se me fuera la vida en ello. Pero no puedo, no puedo olvidarte y tirar todo lo que construimos simplemente. Eres como una obsesión para mí, eres mi adicción ________. Lo siento por hacerte llorar, por haberte echo pasar por todo lo que pasó, estoy malditamente jodido, lo siento nena… — termino suspirando, sentí su respiración rozar mi cuello y algo así como que la vida volvía a mi. Él me quería, nada de despedidas, nada de sufrimiento. Al diablo con la desconfianza que sentía hace unas horas atrás, yo solo sabia que aquellas palabras eran suficientes para alégrame por completo y perdonarlo.

— Lo sé — susurre, dándome vuelta para mirarlo a los ojos, él seguía abrazándome. Mis manos acariciaban su rostro y no pude evitar perderme en sus increíbles ojos miel. – Estas jodido pero no me importa, porque supongo que yo también estoy jodida cielo y te amo, incuso aunque seas un loco, te amo ¿entiendes? 

— Estamos jodidos ¿he? No puedo vivir sin ti y tu no puedes vivir sin mí, lamento decirte que tendrás que pasar el resto de tu vida junto a mi — sonrío y le devolví la sonrisa, para luego besarlo. Fue un beso tierno y calido. 

— Oh, entonces serás mío por siempre, me encanta como suena — reí. 

— Y tu mía, por siempre. 

— Claro que sí — susurre y sus labios ya estaban sobre los míos, su lengua desesperada entraba en mi boca recorriendo toda mi cabida bucal. Se subió arriba mío sin despegarse de mi boca. Su mano me sostenía del mentón mientras que con la otra desplegaba calientes caricias a mi plano vientre. 

— Deberías descansar, no debemos hacer esto _______ – dijo cuando se separo para tomar aire, pero seguía a centímetros de mi boca. 

— No te preocupes, estoy bien cariño — ronronee acercando mi boca a la suya nuevamente. 

— Pero… – no lo deje terminar y lo besé — Oh, al diablo. No puedo resistir tanto — musito y de un tiron me saco la parte de arriba del pijama y prosiguió con lo de abajo, dejándome solo en ropa interior. 

— Tu llevas demasiada ropa — proteste al darme cuenta de que el seguía vestido. El me ignoro y beso cada centímetro de mi cuerpo, lambiendo y chupando mi piel… hasta llegar a mis labios dejándolos rojos e hinchados.

•Cσмρℓι¢αтє∂ ℓσνє• [TERMINADA]Where stories live. Discover now