•Cσмρℓι¢αтє∂ ℓσνє• [TERMINADA]

Capitulo 23

Había pasado ya una semana, me sentía cada día mas deprimida y sola. Justin no llegaba todavía, claro que él me llamaba cada momento, pero no era lo mismo. 

Y odiaba, odiaba ser tan dependiente de él, me convertí en alguien que odiaba cuando tenía trece años, me convertí en mi madre. 

No quería depender de Justin, pero lo estaba haciendo, porque lo amo y sin el me sentía sola. 

Ahora podría comprender como se sentía mamá, apropósito no sabía nada de ella, pero suponía que estaba bien. Pues Justin la dejo en buenas manos. 

Hoy había decidido no quedarme en casa encerrada. Salí a caminar por cualquier lugar, pero con dos tipos detrás de mí. Algo así como unos patéticos guardaespaldas, pero no podía enfardarme con ellos, solo hacían su trabajo. 

Compre algo de ropa y más ropa. Era la única cosa que me mantenía alejada de mis pensamientos. 

Pero esa salida no consistía solamente en comprar ropa. 

— ¿Entonces se lo llevara? — Me pregunto la chica con ojos críticos, seguro que pensaba “que joven es para ser mamá” 

— Si — afirme y agarre con fuerza el tez de embarazo y lo guarde rápidamente en mi bolso. No quiera que nadie lo viera, me fue suficiente con la mirada de aquella zorra, como si tuviera el derecho de juzgarme. Al diablo con ella, salí enérgicamente de la farmacia. 

Aunque todavía no estaba segura sin en verdad estaba embarazada pero todas las indicaciones decían que si, solo faltaba hacerme el tez y lo sabría. 

***

— Oh por dios — susurre sin podré creerlo, iba ser mamá. El tez dio positivo, no sabia si alegrarme o llorar, era el bebé de Justin, pero yo solo tenia diecinueve años. Solo diecinueve maldita sea. 

Unas lagrimas cayeron por mi mejilla, me hubiera encantado pasar este momento junto a Justin, pero el no estaba. 

¿Cómo se lo diré? Ni siquiera sabía si le gustaban los bebés, o tenia planeado tenerlos en algún momento. No sabia absolutamente nada, pero había una cosa de la que estaba segura y era que amaría al bebé, no importa si soy demasiado jovén, este bebé nunca va a pasar lo que yo pase. No tendrá una madre desatenta, siempre tendrá mi atención. 

El sonido de mi teléfono me saco de mis pensamientos y del estado de shock. 

Lo cogi rápidamente y mire la pantalla “Justin llamando” No le iba a decir nada, no podía simplemente decirle “vas a ser papá” no sabia como se sentiría al respecto, y me da la sensación de que no se mucho de Justin ¿Cómo era posible? Claro que yo nunca quise presionarlo a que me cuente sobre su pasado, pero pasamos suficiente tiempo juntos como para que confíe en mí, pero no era el momento para 

pensar sobre eso, tenia que concertarme en la llamada y en parecer normal. 

— ¿Hola? 

— Hola nena, ¿Cómo estas? — pregunto. 

— Yo… bien, estoy bien ¿y tu? — dije sentándome en la cama, detrás de la línea podía oír ruidos fuertes— ¿Dónde estas?

— Bien, estoy por viajar, en este momento me encuentro en el aeropuerto — dijo, y quedamos varios minutos en silencio. 

— ¿No vendrás mañana, verdad? — dije, mientras me invadía una terrible decepción. 

— Nena, no puedo. Iré dentro de dos o tres semanas como mínimo, ya sabes, tengo que grabar y luego buscar al imbecil, pero ya lo localizamos, ahora solo hay que capturarlo. 

— Lo que sea, ¿Por qué me llamaste? — musite fríamente, porque en verdad me sentía así, quería estar con él, pero todo se interponía entre nosotros, y eso me enfurecía. 

— _______, otra vez no, maldita sea. Ya tuvimos esta discusión. — dijo suspirando exasperado.

— ¿Acaso dije algo malo Justin? 

— No seas cínica.

— Entonces no prometas cosas que no vas a cumplir, dijiste que regresarías mañana, pero al diablo contigo y toda tu mierda, no me importa. Puedes venir cuando se te de la puta gana Justin Bieber — era mentira, me importaba claro que si, pero vamos, me acabada de enterar de que soy mamá y el no esta conmigo. 

— ¿Eso es lo que quieres? Bien, iré cuando se me de la puta gana, maldita perra. Estoy harto de escuchar siempre lo mismo.

— Vete al diablo — dije y corte la llamada bruscamente, no pude evitar gritar de la frustración, pero recordé el bebé y aunque no tenia demasiada experiencia en esto, sabia que no debía estresarme mucho. 

Respire y exhale hasta lograr calmarme.