Indignación.

4 1 0
                                    

Hoy he leído un cuento moralista, de esos que tienen complejo de profesores de filosofía y aparentan tener las respuestas certeras a cada incógnita de la vida cuando, en realidad, su esencia no es más que palabras vacías que llenan de nada tu propio vacío interior.

El de hoy hablaba de un tipo egocéntrico, deprimido y agresivo, tachándolo por todo ello de neurótico, al que todos querían cambiar. Él era consciente de que debía, pero aún así se ofendía al escuchar la presunta verdad. Solo cambió cuando alguien le dijo que no tenía por qué hacerlo, que le querría tal y como es. 

Me hizo tanta gracia que quise gritar.

¿Qué coño nos estáis vendiendo? Que, a pesar de que alguien importante para ti y siendo tú importante para él te acepte tal y como eres, como al resto no les agradas, ¿vas a cambiar igual? ¿Que valen más cien rechazos que una aceptación? ¿Que hay que agradar a quienes quieren cambiarte y despreciar a los que te aceptan? Si todos te dicen que cambies, hasta el punto de convencerte, ¿tienes que hacerlo? ¿Tienes que buscar más aceptación de la que ya tienes? Si alguien te dice que te quiere como eres, cambia porque... ¿Por qué? ¿Por qué te estás mintiendo? ¿Por qué pesan más cien palabras de odio que una de amor?

"Si no eres feliz, solo cambia." ¿Perdona? ¿Desde cuándo está en mi mano? ¿Cuando he decidido no ser feliz? ¿Desde cuándo yo decido cómo soy? ¿Desde cuando se curan depresiones y/o cánceres cambiando de actitud? 

NO ME JODÁIS.

Si cambiar fuera tan fácil como pensarlo, todos seríamos nuestro ideal de perfección. O no, porque la ambición es infinita y el estúpido deseo de agradar a todos es interminable. Y hay cambios que no tienen nada que ver con el esfuerzo, sino con capacidades, oportunidades, contextos, limitaciones... TODO. 

Dejad de decir a otros que cambien solo porque os jode que no aparenten el falso bienestar del que todos presumís. Yo no voy cambiando todo lo que no me gusta, y mucho menos lo que ni me afecta ni incumbe. Ni si quiera lo hago en mi... 

Así que cerrad los putos hocicos y empezad a cambiar vosotros o, por lo menos, guardaos las exigencias que os salen por la idea de un poder a opinar que no sé quién coño os ha otorgado, y para las que no tenéis ningún derecho a expresar. 


Cambia. 

Si te dicen que no, te están mintiendo o manipulando para que lo acabes haciendo igual.

Cambia siempre que te lo digan. Agrada al resto.

Cambia. 

Ese es el puto mensaje. 


A la mierda. 

Mi rincón oscuro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora