Juguemos a papás y a papás, a mamás y a mamás, o a padres solteros con un niño de verdad llamado Pinocho.
Juguemos a polis y cacos cuando, creyéndonos Robin Hood, robemos un banco.
Usémoslo para jugar al Monopoly con dinero de verdad, y a sentir con emociones de juguete.
Saltemos a la comba con la soga al cuello.
Dibujemos la rayuela en un barranco.
Juguemos al parchís, comiéndonos a besos.
Juguemos a operación sacándonos los órganos.
Juguemos al amor, pues el premio será grande.
Juguemos a existir y reiniciemos la partida siempre que podamos.
Huyamos del Game Over.
Juguemos a morir, pues ganemos o perdamos, es el premio por vivir.
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Mi rincón oscuro.
RandomLa tristeza y la inspiración, siempre han sido una buena combinación.