Un día más para el recuerdo. Un día menos para el invierno. Una cruz más en el calendario. Una cruz más a mi espalda. Tiraré la toalla, mi capa y mi espada. No soy un héroe. Como mucho, una borracha. Embebida en reflexiones suicidas. ¿Cuántas veces he muerto? Cada día. Ahora espero la muerte definitiva. La única digna.
Resucito cada noche, con la respiración agitada y una nueva perspectiva que se torna gris enseguida. Un suspiro nace y muere. Mi mente aún no vuelve. Está más allá. Siempre. Siempre en la oscuridad. Algún día mi cuerpo le acompañará. Por fin podré descansar.
Mi piel roja y morada teñirá mi alma negra de azul. Al infierno iré de cabeza, el cálido invierno comienza. La lava es blanca, y yo soy la nueva pintora. Es mi castigo eterno, por cobarde y por idiota.
La pintura de mis venas tiñó de rojo el escenario. Un cuerpo blanco en la nieve carmín, entre niños y muñecos. Gritos asesinos del silencio. Qué fatalidad. Es invierno en el infierno. Feliz navidad.
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Mi rincón oscuro.
RandomLa tristeza y la inspiración, siempre han sido una buena combinación.
