Mírame, háblame, piénsame.
Deja que se conozcan nuestras mentes.
Bébeme, cómeme, huéleme.
Deja que tus sentidos conozcan mi piel.
Úsame, víveme, rómpeme.
Expresemos los anhelos en gemidos del ayer.
Cánsate, suicídate, reengánchate.
Fóllame, huye, reconstrúyete.
Bésame, pégame, ámame.
Ódiame, castígame, evítame.
Destrúyeme, olvídame, mátame.
Y arrepiéntete.
ESTÁS LEYENDO
Mi rincón oscuro.
RandomLa tristeza y la inspiración, siempre han sido una buena combinación.