Segunda parte.
Después de la llamada me dirigí con furia a mi cuarto, no quería ver ni hablar con nadie. De hecho, más que furioso me sentía decepcionado, pensé que Michael se acordaría de este día, pensé que para él era igual de especial como para mi. Pero no fue así.
Me recosté en mi cama y me quedé mirando hacia el techo con la mente en blanco. Mi móvil vibró en mi bolsillo, y lo saqué de este sin mirar quien me llamaba.
Alo?-sentí un suspiro del otro lado de la línea.
Hola Luke- dijo Michael sin ánimo.
¿Qué mierda quieres?- fui cortante.
¿Puedo hablar contigo? Esque... Terminé con Crystal.
Cortaré la llamada Michael, no me interesan tus problemas amorosos- estaba a punto de terminar con la llamada, cuando el teñido nuevamente me interrumpio.
Un momento Luke, solo escuchame. Esque, en serio... Estoy muy mal por favor- pude escuchar como su voz se quebraba.
Suspiré rendido, de todos modos lo seguía queriendo, era mi amigo- okey iré a tu casa, esperame ahí.
No sabía exactamente por que lo hacía, tal vez lo quería mucho más de lo que creía y por eso estaba llendo camino a su casa.
De todos modos estaba nervioso, no sabía que le diría, una las últimas palabras que le había dicho no habían sido tan lindas, no me imagino la cara con la que lo iré a mirar. Aún que él igual cometió un error horrible.
(...)
Llegué a su casa, en cuanto toqué la puerta me abrió Michael, noté que sus ojos estaban rojos he hinchados, sus mejillas estaban sonrojadas y mojadas, definitivamente se veía muy mal.
Subimos a su cuarto en total silencio, era algo incómodo, el ambiente no era como antes, era ahora más tenso debido a la situación.
Llegamos a la puerta de su habitación, Mike me quedó mirando he hizo una seña con su cabeza para que entrara. Una vez adentro sentí la puerta cerrarse, pero no me voltee.
-¿De qué servía que yo estuviera aquí?- dije seco, no quería demostrar que de algún u otro modo me afectaba.
Pero no hallé respuesta alguna, solo unos rápidos pasos que se acercaron a mi y unos brazos que me rodearon, Michael me estaba abrazando. Sentía sus sollozos en mi cuello, y sus lágrimas humedeciendo este.
-¡Quita tus brazos de mi!- me alejé brutalemente de él- no vine a ser tu paño de lágrimas así que dime de una buena vez que quieres.
-Pero... Luke, somos amigos, estás siendo muy duro conmigo- dijo mirandome y limpiandose las lágrimas con la manga de su abrigo.
Miré a otro lado esquivando sus ojos, pestañee tratando de que las lágrimas que tenía acumuladas no calleran. Era verdad estaba siendo muy duro, con Michael y conmigo, porque lo quería y quería perdonarlo, pero todo el mundo tiende a ser orgulloso cuando algo le duele, y yo no me quedaba atrás. No obstante y dejando de lado todo ese orgullo me lancé hacia él y lo abracé.
Empecé a llorar, liberando el dolor que estaba guardando dentro y luego de unos minutos nuestro llanto cesó, pero seguíamos abrazados. Empezó a empujarme y yo empecé a retroceder sin separarnos, hasta que hubo un punto en el que mis pies chocaron con su cama y caímos a esta, quedando él encima mio. Lo miré a los ojos sorprendido, Mike no mostraba incomodidad, incluso me atrevería a decir que estaba cómodo. Sentía su respiración en mis labios y su mirada se dirigía a mi boca.
-Michael- iba a decir algo pero me interrumpió con un beso. Me paralizé, él movía sus labios pero yo no sabía que hacer. Me sentía usado, talvez lo estaba haciendo esto para olvidar a Crystal, por que era raro que estuviera haciendo esto de un momento a otro, en primera por que hace unas horas atrás me trataba como un simple mejor amigo, y además se la estaba pasando de maravilla con su novia. En segundo lugar, Michel no tenía idea de lo que yo sentía hacia él, y no creo que yo haya sido tan evidente como para que se haya dado cuenta por si sólo. Y en tercer lugar, en este momento él me había llamado llorando y diciéndome que había terminado con Crystal, si, ya tengo demaciados argumentos como para saber que Michael me estaba usando.
-Michael detente!!- dije separandome. Lo miré y él seguía con los ojos cerrados y sus labios estirados, estaba como en un trance. Me lo quité de encima y me levanté de la cama dirigiéndome con paso firme a la puerta, pero Michael me lo impidió agarrandome de la cintura y escondiendo su cabeza en mi cuello.
-Perdón, perdón, lo siento mucho fue un error, lo lamento nunca quise besarte discúlpame- limpié mis lágrimas con rabia y me giré a verlo. Si él creía que un error haberme besado entonces por que lo hizo, con eso sólo lograba romperme aún más el corazón.
-¿Por qué lloras?- dijo sentándose en su cama. Yo por mi parte me puse los pantalones y me armé de valor para decirle todo lo que tenía guardado.
-¿Por qué lloró? ¿En serio no te das cuenta?- Mike me miraba confuso- Michael ponte por un segundo en mi lugar. Llegas tú con tu actitud de mejor amigo y me besas ¿en serio crees que tienes el derecho de ponerme el mundo de cabeza como lo hiciste?
-¿De qué hablas?- tenía su ceño fruncido.
-Hablo de que basándome sólo logras confundirme más de lo que ya estoy- estaba al borde de explotar, pero talvez eso tenía que hacer, explotar y liberarme de una vez por todas de todos aquellos sentimientos que estaba pasando.
-¿Confundido por que?- dijo sin captar aún lo que le quería decir.
-¡CONFUNDIDO POR QUE TE AMO!- le grité. Él me miró sorprendido al principio, pero a medida en que pasaban los segundos se fue formando una sonrisa en sus labios. Lo miré extrañado, yo estaba pasando por un momento crítico y a Mike le parecía divertido.
Continuará...
