Sobrevivir O Sobre Vivir

Desde mi ventana

Todas esas veces
que me dijiste «te quiero»
y que yo me lo creí.

Todas mis sonrisas
estrellarse contra tus labios
y luego,
cuando decidiste irte,
no las volví a ver.
Al menos,
no las verdaderas.
Veía retazos
de lo que una vez fue cariño;
fue amistad;
fue puro deseo.

Ahora solo son cenizas
que ni con llamas
volverán a arder.

Desde mi ventana,
aún puedo ver
el sol que hacía
aquel miércoles
trece de abril.

Empezó a hacer frío
y me dejaste tu chaqueta.
2 fotos,
y mi mochila a cuestas.
Todas testigo,
de lo mucho que nos quisimos.

Desde mi ventana,
porque la tuya,
hace meses que no la visito
y por lo que parece,
no tendré que visitarla jamás.

Si algún día vuelves,
espero que sepas,
que mis vistas han mejorado.
Que ahora,
ya no te veo tanto.
Que ya no eres el prota.
Ahora,
el personaje principal,
soy yo.
Yo y mi sonrisa.
Yo,
Y toda mi puta alegría.

Sin ti estoy mejor,
aunque
nadie
se
lo
crea.