Sobrevivir O Sobre Vivir

Palacio.

Hoy no he venido a decirte adiós. Pero si he venido a decirte hasta pronto.

Hoy he venido a despedirme, en cierto modo, de ti.

Siempre te creí diferente,
no lo niego,
pero albergaba la pequeña esperanza de verte volver.
Ahora ya no sé si quiero que lo hagas. Quizás quedas mejor ahí.

Hoy me dijo que me vaya,
que te deje vivir tu vida.
Lo hago,
lo haré.
Me dijo también que volverías,
Lo sé.

Nunca se me ha dado mal fingir, creo que tanto es así que eres el único que me ha descubierto. Tampoco te emociones. No lloro.

No soy tu princesa.
No aspiro a serlo.
Sabes que eso no se me da nada bien.
Yo soy más de victorias que de zapato se cristal.
Soy más moño que de corona;
más de falda que de vestido.

No soy princesa.
No tengo esa actitud.
Espero que no te moleste verme reír en su mirada.
Me hace bien,
me hace feliz.

No soy tu princesa por que para eso ya está ella.

No soy princesa,
pero soy estrella,
y brillo igual.

No soy princesa,
pero tengo palacio.
Y ese palacio,
por mucho que le duela,
será siempre para mí.
Y ese palacio,
por mucho que le duela,
estará siempre en ti.
Tus abrazos, que no me los cambien.