Pedir disculpas pero no perdón.

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Pocos años de vida pero ya he llegado al la conclusión de que la persona más perfecta es aquella que es ella misma; que se muestra al mundo tal y como es. Y es que en el fondo todos llevamos máscaras, pero deberíamos aprender a sacarnoslas, al menos con esas personas que verdaderamente valen la alegría, y no la pena.

He reído a carcajadas en medio de cualquier parte por cosas que no tenían ni sentido y me he escondido en el más remoto lugar para llorar sola. He tragado miedos y he gritado sueños. He mentido por no hacer daño y he dicho verdades con tal de herir a los que lo hicieron antaño. He sido maga y aprendiz. He sido pañuelos para mis amigos y puñal para mis enemigos. He creído y he hecho creer. He soñado y he dejado de hacerlo por no saber que querer.

Ahora me siento y pienso que es hora de pedir disculpas a esa gente a la que he dañado sin querer; y advertir a la que he dañado queriendo de que soy capaz de volver a hacerlo. Pedir disculpas pero no perdón.

Sobrevivir O Sobre VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora