Capítulo 27

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Los brillantes y rojos rayos de aquel amanecer de verano alumbraban el cielo cuando Pandora salió por fin aunque tambaleándose un poco de la casa de verano y se dirigió al lago.

Se detuvo en la ribera para escuchar el trino de los pájaros que llenaba el aire y observar la brumosa imagen de la casa sobre las tranquilas aguas.

Estaba entumecida por haber permanecido sentada, durante mucho rato con la cabeza de Greymist en su regazo. No había dejado de hablarle con ternura mientras Jon Thursby le ayudaba a parir.

El potro había tardado mucho tiempo en nacer. James había estado con ellos al principio, pero cuando llegó la policía, tuvo que salir a hablar con un inspector, aunque consiguió volver antes del alumbramiento.

La criatura recién nacida se tambaleó sobre sus delgadas y largas patas y todos respiraron tranquilos cuando Jon anunció que tanto Greymist como su cría estaban en perfecto estado.

Al desaparecer la tensión, Pandora se dio cuenta de lo cansada que estaba. La cabeza todavía le dolía, aunque no tanto como cuando se había dado el golpe. También tenía el cuerpo dolorido y lleno de moretones. Cuando Greymist se incorporó para observar a su potro, Pandora se sintió muy sola y tuvo frío. Salió sigilosamente y dejó a los dos hombres hablando.

Oyó que la puerta de la casa de verano se abría y que alguien salía. No se volvió, y se puso tensa cuando James se detuvo a su lado. Llevaba puesto un abrigo encima de su traje de etiqueta y tenía una mancha negra en la mejilla de cuando había ayudado a apagar el fuego. Después de un largo silencio, Pandora preguntó lo más tranquilamente que pudo.

- ¿ Has decidido cómo llamar al potro ?

- Aún no, ayúdame a elegir.

Pandora levantó la vista al cielo, teñido por las pinceladas de los rayos matutinos. Era un amanecer tan hermoso que la hizo sentirse humilde y agradecida de estar con vida.

- ¿ Qué te parece Luz del Alba ?

- Luz del Alba, hijo  de Greymist. Me gusta. ¿ Vamos a celebrar su llegada con una copa de champán ?

Pandora negó con la cabeza.

- Gracias, pero antes quiero ver si mi moto ha sufrido algún desperfecto.

James la cogió del brazo y la detuvo.

- ¿ Para que te vuelvas a escapar ? -inquirió él.

Pandora desvió la mirada y no respondió.

- Mírame -exigió James obligándola a volverse-. ¿ Por qué huiste ?

Pandora levantó lentamente la cabeza. James le escudriñaba el rostro con cara de preocupación.

A la joven le bastó mirarle para que a ella se le despejara la mente.

- No te vas a casar con Cynthia Marsden, ¿ verdad ?

- ¿ Casarme con Cynthia ? Por supuesto que no. ¿ Quién te ha metido esa idea en la cabeza ?

- Ella y ... otra persona -murmuró.

- Te lo repito, no me voy a casar con ella. No la amo y jamás la he amado. Sólo existe una mujer con quien he querido casarme.

- Pero es tu amante, ¿ o no ? -preguntó ella, haciendo caso omiso de la última frase.

- Admito que hace tiempo lo fue, sucedió sin darnos cuenta. Ella me insinuó que estaba dispuesta y yo acepté. Desde el principio, le hice ver que no me iba a casar con ella, fue una aventura que nos convino a los dos.

- ¿ De veras ? -inquirió la joven burlonamente.

- No lo dudes -replicó sir James, cogiéndola de los hombros-. No volverás a huir de mí -añadió-. Tengo treinta y cinco años, Pandora. ¿ Te pensabas que iba a vivir como una monje mientras esperaba a la chica de mis sueños ? Mis relaciones íntimas con Cynthia duraron poco tiempo y terminaron hace más de un año.

Apasionada PandoraWhere stories live. Discover now