28.- Limando asperezas.

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Han pasado varias semanas desde que el grupo fue a la boda de Yokozawa y Kirishima, ése día Ritsu tenía planeado ir a hacer las últimas elecciones para la boda (El salón, los arreglos, la tarta y encima revisar que todo marchara en orden con sus trajes). Sin embargo justo antes de irse bañó a su hija, y al completar ésta acción la sacó de la bañera para comenzar a secarla en la plancha de cambio de ropa.

Onodera: ¡Listo! Ya estás bañada y seca Yuki. Ahora te pondré la ropa que papá y yo te compramos ayer~.

Mientras el chico rebuscaba en los cajones donde guardaba la ropa de su hija recordaba que al principio cuando volvieron a casa con su hija recién nacida tenía mucho miedo de bañarla y cambiarla, pues él no tenía nada de experiencia. Y sin embargo ahora le parecía tan natural.

El chico castaño terminaba de vestir a su hija cuando unos brazos llegan por su espalda, lo toman por la cintura y siente un cálido cuerpo apegarse a él. Evidentemente se trataba de su prometido quien recién llegó a su casa, el hombre lo acerca aún más a él y lo besa en la mejilla, dejando al chico ruborizado otra vez.

Takano: Oye ¿No tenías que irte ya a hacer los preparativos con ésos dos peleoneros?

Siguiendo el consejo de las chicas que hace tiempo fueron a su casa, citó a Shouta y a Ann para encontrarse con él, que lo ayudaran a escoger los arreglos de su boda y así seguramente ambos encontrarían semejanzas entre ellos y podrían hacer las paces. Sin embargo surgió algo de pronto que tal vez se interpondría en ésos planes.

Onodera: Puede que al final de cuentas no vaya... 

Takano: ¿Que? ¿Y por qué?

Onodera: Porque Sakumi no va a estar en casa hasta mañana, así que no puede cuidar de Yukari, y las chicas tampoco pueden hacerlo.

Takano: Óyeme no. No podemos esperar hasta mañana, será un gran cargo monetario adicional aunado a una multa por impuntualidad.

Onodera: ¿Y con quien más dejo a Yukari entonces?

Takano: No pues... Ni idea ... (Rasca su nuca) Voy a--

Onodera: ¡Masamune! ¿Te importaría cuidarla por mi?

Takano: (Retrocede) No gracias, recuerda que solamente te ayudo en sus cuidados. Pero honestamente Ritsu, no podría cuidarla yo solo por mi cuenta.

Onodera: ¿¡Que!? ¿"El tan capaz editor en jefe del departamente Emerald" no puede cuidar a su propia hija por... (Mira su reloj) medio día?

Takano: Todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades.

Onodera: Me ves cuidar de ella TODOS los días y te he enseñado como hacerlo. Y yo ya me debo ir, me tengo que encontrar otra vez con los dos peleoneros en media hora.

Takano: ¿Y en serio crees que es buena idea volver a juntarlos?

Onodera: No te preocupes... Ya tengo un plan para que todo salga bien.

Takano: Conociéndote seguramente va a fallar.

Onodera: Tsk! Mira, ya me voy. Si necesitas ayuda con la niña sólo textéame. 

Takano: Nah, no creo que lo necesite.

Onodera: ¿Seguro?

Takano: No en realidad, pero si algo pasa ya veré que hacer.

Onodera: Mgh, si tu lo dices...

El chico recoge su abrigo del perchero que se encontraba en la entrada de la casa y se va.

Los Frutos De Nuestro Amor - Sekaiichi HatsukoiWhere stories live. Discover now