6.-Dos bebés, un camino ¿o tres?

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Kisa fue uno de los primeros hombres en padecer el nuevo virus de los donceles, planeaba decir lo que le ocurria en su área de trabajo, pero había varios inconvenientes, para empezar, nadie de su trabajo tenía ni idea que le gustaban los chicos, y sentiría mucha vergüenza que lo vieran a la cara todos los días como un bicho raro por su estado, sin embargo la aceptación de la noticia de Onodera de alguna forma lo tranquilizó, pero al ver todos los problemas por los que él castaño estaba pasando prefirió que sus compañeros y la empresa cuidaran de Ritsu en su lugar y el saber que podría ser quitado de su puesto si su embarazo salía a la luz lo desalentó aún más sobre revelar la verdad.

Al final de ese día de trabajo estaba por irse a su casa, debido a que Yukina tenía el turno de noche no tenía que preocuparse por llegar temprano o enviarle algún mensaje, pero mientras pasaba por los baños no dejaba de pensar en su estado, sabía perfectamente que tarde o temprano de una forma o de otra se ivan a dar cuenta en su trabajo, tan solo planeaba ocultarlo hasta que la empresa estuviese lista para recibir una segunda noticia de ese tipo.

También sabía que pronto comenzaría a evolucionar su embarazo y su vientre subiría de tamaño y de peso, así que entró al baño solo para mirarse de reojo, antes de mirar su estómago se miró a si mismo en su reflejo, tenía preocupaciones muy parecidas a las de su amigo, como el hecho de no estar preparado para algo así o el tal vez no ser buen padre (o madre en todo caso) pero a diferencía de Ritsu a él no le preocupaba lo que su familia o los demás dijeran sobre él, estaba aún más preocupado por Yukina, pero de alguna manera el saber que estaba lleno de vida por dentro hacía que sus preocupaciones se disciparan. También el contar con el apoyo de su pareja ya era bastante.

Finalmente se subió la sudadera que llevaba puesta del estómago y comenzó a mirarse al espejo para ver si su vientre estaba creciendo, Kisa se preocupó, pues en ese instante notó que ligeramente su barriga comenzaba a crecer, aunque a ojos de otros no era absolutamente nada notorio, él sabía que no podría ocultarlo siempre.

Finalmente se tranquilizó y se tocó el estómago dándole ligeras caricias con la palma de su mano y comenzó a hablarle.

Kisa: No hay de que preocuparse, vamos a estar bien, puedo prometer eso.

Kisa les dedicó una angelical sonrisa, porque para él esa era la bendición más grande de su vida junto a Yukina, recordar todo eso siempre le daba fuerzas para seguir adelante; algo interrumpió sus pensamientos, un estruendo sonó en la dirección dónde se localizaba la puerta acompañado de un grito.

Onodera: ¡Kisa-san! ¡¿Tu también estabas embarazado?!

Kisa entró en shock, no esperaba para nada que alguien lo viera así, aunque en cierto modo sabía que se lo tenía merecido pues no cerró la puerta del baño.

Kisa: ¡¡RI-RI-RITCHAN!! ¡Yo...! Yo...

Onodera: ...Kisa-san...

Onodera parecía tan sorprendido como Kisa, y Kisa se dio cuenta que ya no podía ocultarle la verdad a su amigo, supuso que no tendría problemas en contárselo pues él pasaba por la misma situación.

Kisa: S-Si, yo estoy embarazado... también...

Onodera: Yo... Yo... No sabía que tu también...

Kisa: Si, yo también tengo novio, se llama Yukina, Yukina Kou

Onodera: E-Espera... ¿No te refieres a ese vendedor de la libreria Marimo que siempre está brillando*?

*Según yo Onodera conoce muy bien a Yukina por un extra que salió en el manga

Kisa: Si, ese mismo.

Los Frutos De Nuestro Amor - Sekaiichi Hatsukoiजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें