Capítulo 1: Presentación

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"Light"

(Death Note no me pertenece. Es obra de  Tsugumi Ōba)

El sol brilló sobre sus cabellos castaños y los hizo relucir. Hacía demasiado calor ese día, pero no podía permitirse perder la compostura, después de todo, iba a verlo a él y por ende, su apariencia debía ser perfecta.

El sonido de la radio, a través de sus auriculares, lo estaba irritando al punto en que decidió apagarla. Estaba cansándose del hecho en que la seguridad parecía no mejorar. Cinco asesinatos en una semana ¡El mundo estaba realmente podrido! Esperaba que junto a los agentes con los cuales estaba trabajando hacía ya un par de meses, pudiesen hacer algo al respecto. En realidad, al principio había ingresado allí con otras intenciones, pero debía admitir que el que esa agencia de investigación contase con dos de las mentes más brillantes – dejando la modestia aparte, él era una de ellas- ayudaba bastante a sus propósitos. El problema era que no compartía los mismos intereses con los miembros de aquel lugar y que, lamentablemente, era perseguido por ellos.

El muchacho caminó con andar aburrido por las calles de aquel barrio residencial. A pesar de que estaba ansioso por verle, no le agradaba la idea de tener que aguantar, aunque fuese por unos segundos, a sus hermanos; esa era la razón por la cual no aceleraba su paso, esperaba que él les hubiese avisado que iría para que se largasen de su casa. Era demasiado notorio que la repulsión que sentía por ellos, era recíproca.

Pasaron un par de minutos hasta que al fin se encontró en frente de aquella casa color celeste viejo con aberturas blancas. La miró unos instantes y pensó en la cantidad de reformas que le haría, sin embargo, era consciente de que a quienes vivían allí poco y nada le importaba la apariencia de ese lugar.

"Me parece absolutamente innecesario hacer modificaciones, al fin y al cabo, la vivienda cumple con su función correctamente"

Light no pudo evitar sonreír al recordar aquellas palabras. Él era tan simple, tan práctico. Aunque había que admitir que ese tipo de cosas, a veces, le impedían llegar más lejos.

Al pararse frente a la puerta, se acomodó un poco los cabellos y a punto estuvo de golpearla cuando fue abierta de manera brusca. Asomándose a ella, un muchacho de 21 años de edad de cabellos oscuros, piel clarísima y ojos extrañamente carmesí.

El parecido con su hermano mayor era algo que siempre conseguía asombrarle. Lo único en que podías diferenciar a ambos, además del color de sus ojos, era en lo rebelde del cabello. Mientras que el de B., a pesar de no haber sido peinado nunca, caía un poco más lacio (No mucho) el de Ryuzaki, resultaba difícil de domar.

Light reprimió de inmediato la expresión de molestia que había amenazado con cruzarse por su rostro y esbozó una radiante sonrisa de condescendencia.

—Kira- le saludó aquella voz monótona y el muchacho le devolvió una mirada hastiada.

—B. ¡Qué gusto verte!

—Debo pedirte que dejes la hipocresía de lado y te apartes de mí camino, porque es evidente que mi intención no era la de recibirte, más bien, deseaba salir de mi casa.- respondió a su saludo y cerró la puerta con fuerza.

Light se hizo a un lado sin borrar la sonrisa de su rostro, por el simple hecho de que sabía que le disgustaba.

— ¿Está Ryuzaki en casa?- preguntó ignorando por completo la falta de modales de ese ser tan repelente.

—Mi hermano ha decidido marcharse, antes de que lo importunes con tu exasperante presencia. Admito, que ha sido muy astuto de su parte- comentó y se alejó de aquel lugar con ese andar despreocupado que, evidentemente, había copiado del mencionado.

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