Nuestro Amor

17- Sus Fetiches.

Fotografía que tomó Aaron en galería.

S😌❤👌👈❤😏A

Stephen:

"Vivir con alguien que quieres es difícil".

Esa clase de pensamiento no pasó por mi cabeza cuando me mudé con Aaron a esta casa pero ahora... viéndolo con esa expresión lujuriosa, una bolsa de "Adult Sex Toys" que tan descaradamente me muestra, otra bolsa de "Ropes N. Y" y un pequeño ramo de flores rojas en las manos... me hace querer reescribir la frase anterior:

"Vivir con un pervertido que quieres es difícil"

Mis ojos chocan con los suyos, inquietos y curiosos por saber que es lo que tiene en mente y qué es lo que pudo haber pasado en casa de sus padres para que volviera de esta manera.

-Hay algo que quiero intentar-admite con voz ronca y decidida, encendiendo una alarma dentro de mi cabeza que significa peligro.

Aprieto los labios. Lo miro sin entender que es lo que puede hacer con cuerdas y con flores y él me sonríe. Su sonrisa, traviesa y malévola, se extiende, es bonita como siempre pero me pone los pelos de punta.

La boca se me pone seca cuando cruza el umbral de la cocina y comienza a caminar hacia mi.

-¿Qué?-pregunto, mi voz flaqueando con cada paso que retrosedo instintivamente.

Sus ojos me escanean. Me mira de arriba a abajo, pasando su mirada tan lentamente por encima de mi cuerpo que éste reacciona, acelerando mi pulso y cortando mi respiración. Su lengua relame sus labios, el movimiento es lento y marcado, hecho a propósito para distraerme... cosa que logra.

Mis ojos se paralizan en si boca.

La miro ansioso por sentir su tacto sobre mi y antes de que me haya dado cuenta de cuando, Aaron está frente a mi.
Es ahí cuando me doy cuenta que lo que hay en sus ojos no es sólo excitación, sino frustración.

-¿Qué pasó?-pregunto, mis manos extendiéndose por encima de la distancia que nos separa para acariciarle las mejillas.

Aaron me mira atónito por un minuto, sorprendido por que lo haya notado, luego me sonríe, pero la sonrisa no alcanza sus ojos.

-No puedo esconderte nada, ¿verdad?-murmura

Yo niego con la cabeza.

-¿Qué pasó?-vuelvo a preguntar.

El suspira. Desvía la mirada con fatidio y hace una mueca.

-No quiero hablar de eso ahora.

Tuerzo los labios. ¿Tan grave es?

-Aaron...

-No quiero-repite- todo lo que quiero hacer ahora es ser distraído.

-¿Ser distraído?

-Si-responde-quiero ser distraído por mi novio con las cosas que hay ahí.

Hace un gesto con su pulgar derecho hacia las bolsas que antes traía en las manos. ¿Cuándo las ha dejado en el suelo?

-¿Qué ropa interior traes puesta?

Su pregunta me sorprende. Me ruborizo. Bajo la mirada intentando recordar cuál me he puesto esta mañana, y cuando me acuerdo sé que no le gustará mi respuesta.