Capítulo 22: De-Void. Parte I

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El sonido de un aleteo me hace voltear al cielo, un par de aves se posan sobre la orilla de una de las ventanas de la casa de dos pisos que ha aparecido de la nada frente a mí. Por un segundo me parece que las aves me observan con atención, analizándome antes de emprender el vuelo nuevamente. Devuelvo mi atención a la casa. Es vieja, la pintura se ha caído en su mayoría, las ventanas están rotas y la madera cruje al ser tocada por el viento, dándole el aspecto tenebroso y digno de una casa de terror.

Sin embargo, a pesar de que la casa está a nada de venirse abajo, hay algo en ella que me parece familiar.

Miro alrededor, en busca de algún signo que me indique en qué vecindario estoy, pero todo lo que veo es un cielo estrellado y un bosque rodeándonos a la casa y a mí. Trago con fuerza cuando un escalofrío me recorre la espalda.

Doy un paso en dirección al interior del infinito bosque y me detengo al oír un ruido detrás de mí. Me giro hacia la casa e identifico un rechinido proveniente del interior de ésta. Oigo pasos pesados y lentos antes de ver cómo una de las habitaciones en el segundo piso se ilumina un poco. Por la forma en que la luz parece titilar sospecho que se trata de una vela.

La idea de entrar a investigar cruza por mi mente y súbitamente aparezco en una habitación con ventanas rotas y una silueta al otro extremo de donde me encuentro, escondida entre las sombras. Una vela yace en el suelo, sobre un plato diminuto y de cerámica, justo frente a mis pies que resultan estar descalzos, lo cojo y noto que falta poco para que el fuego se extinga.

La silueta ha desaparecido, el lugar donde creí haberla visto ahora está vacío pero eso pronto queda en segundo plano cuando me percato de los familiares muebles y objetos que me rodean.

La iluminación es demasiado escasa, pero me es suficiente para identificar los muebles empolvados y en su mayoría rotos, al igual que los posters rotos en las despintadas paredes y el tablero desgarrado de corcho en el suelo.

Es el cuarto de Stiles.

La vela se apaga entonces. Trato de encenderla, de crear fuego con mi magia, pero nunca antes he hecho algo así por lo que a pesar de mis intentos por crear aunque sea solo una leve chispa me quedo en la oscuridad.

Una sensación de paz y calidez me recorre la espina dorsal antes de sentir que algo, o alguien, me acaricia de la forma más delicada posible. Es como si se tratase del toque de una pluma deslizándose con lentitud por mi piel o como si me encontrara envuelta en algodón, como sentir la brisa en tu rostro un caluroso día de verano, como escuchar tu canción favorita después de un mal día. Es tan satisfactorio como escuchar el crujir de las hojas secas de los árboles bajo tus pies. Me hace sentir tan bien que no quiero que acabe nunca.

Y cinco segundos después alguien está envolviéndome en un fuerte abrazo al tiempo que planta un beso sobre mi cabeza. Conozco ese gesto. Conozco la suavidad de la tela que cubre su cuerpo. Conozco el aroma de su colonia. Conozco la sensación de bienestar que me embarga de pies a cabeza.

Es Stiles.

Él es el único que me hace sentir todo un tifón de emociones agradables anunciando su llegada o su cercanía y sé que ahora mismo estoy soñando, pero estar envuelta en sus brazos se siente tan condenadamente bien que por un momento creo que todo esto es real. Hasta que su cuerpo se evapora entre mis brazos y me quedo abrazando a la inmensa y vacía oscuridad.

Quiero llorar. Quiero gritar. Quiero golpear una pared de concreto hasta que me sangren los nudillos.

Pero sobre todo quiero estar con el chico que provoca que mi corazón palpite tan rápido como el de un colibrí con tan solo su mera presencia y que las rodillas me tiemblen cuando sus labios besan los míos.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfWhere stories live. Discover now