Capítulo 19: Letharia Vulpina. Parte II

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Maratón: 4/8

Run and Help Me!

— ¿Estás bien, hija? —mamá me pregunta al momento en que la anciana pareja que venía con nosotros en el ascensor se bajan de este en el segundo piso y las puertas se cierran para llevarnos a ella, Scott y a mí al tercero, donde está la unidad de cuidados intensivos. Dónde Isaac ha estado desde hace dos días, cuatro horas y veinte minutos, el mismo tiempo que Stiles lleva desaparecido.

—Sí. Yo solo... —titubeo, insegura sobre si debería explicarle a mamá sobre el mal presentimiento que tengo y cómo estoy segura de que no es un presentimiento mundano sino sobrenatural, igual al que tuve cuando Stiles desapareció por primera vez el jueves pasado.

— ¿Tú solo...? —me incita a continuar.

—Nada. No es nada —digo y sonrío tan genuinamente como me es posible. Por el rabillo del ojo veo como mi hermano frunce el ceño, lo que significa que sabe que le he mentido a mamá pero que no dirá nada hasta que estemos solos.

Las puertas del ascensor se abren y vemos a Allison en una de las acolchadas pero incómodas sillas del hospital. Nos acercamos a ella, pero es Scott quien la despierta con un breve toque en su hombro derecho.

— ¿Pasaste aquí toda la noche? —Allison asiente, acomodándose mejor sobre su asiento.

—Sí, pero no me dejan verlo porque no soy familiar. Les dije que no tenía familia.

—Nos tiene a nosotros —dice mamá, usando ese tono que indica que no está de acuerdo con la situación—. Y yo tengo una llave electrónica —Sonríe con orgullo y nos hace una seña para que la sigamos hasta la habitación en la que Isaac se encuentra—. Yo vigilaré el pasillo, en caso de que alguien pase por aquí.

— ¿No te meterás en problemas? —inquiero con nerviosismo, mirando a ambos lados del pasillo.

—Solo si se enteran —aclara y desliza la tarjeta electrónica por la máquina lectora. Las puertas se deslizan a los costados, dándonos una visión completa de la camilla en medio de la estéril sala, donde Isaac descansa—. Que sea rápido.

Scott mira a Allison y ambos dan un paso al frente, adentrándose a la habitación. La culpabilidad me embarga y decido que es mejor quedarme aquí y ayudar a mamá a vigilar el pasillo, pero la mano de Allison entrelazándose a la mía junto a la diminuta y sincera sonrisa que se forma en sus labios cuando se gira hacía mí me obligan a seguirles al interior.

Noto que mi hermano tiene la otra mano de la cazadora sujeta entre la suya, pero no digo nada al respecto y continúo mirando en todas direcciones, preocupada de estar contaminando la habitación de cuidados intensivos y provocarle alguna infección a Isaac, pero entonces me recuerdo a mí misma que de ser así mamá no nos habría dejado entrar sin más, por lo que me relajo un poco, y solo un poco puesto que el hecho de ver a mi amigo, al chico con el que tuve mi primera cita y mi primer intento de beso, en estas condiciones no me permite relajarme en lo más mínimo.

—Pensé que ya estaría sanando —expresa Allison, haciéndome notar que las quemaduras en el cuerpo de Isaac tienen el mismo aspecto que la noche en que todo esto ocurrió.

—Yo también —masculla Scott antes de posar su mano libre sobre el brazo gravemente herido de Isaac.

— ¿Le duele? —cuestiona Allison con preocupación. Scott asiente y a los dos segundos su mano se llena de hilos negros al estar absorbiendo el dolor de Isaac. Él está aquí porque yo no hice nada para evitar que se electrocutara y me parece injusto que tenga que ser mi hermano quien tome su dolor y no yo.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfWhere stories live. Discover now