About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen Wolf

Capítulo 14: Lose Your Mind. Parte I

Stiles

«Stiles, Meredith ayudó al darach. Lo ha hecho todo el tiempo».

           

Las palabras de Scott retumban en mi cabeza, no han dejado de hacerlo desde que las escuché hace más de treinta y seis horas, unos minutos después de que nos sacrificáramos para encontrar el Nemeton.

Al principio me negué a creerlo, era imposible que ella hubiera sido capaz de ayudar al darach a matar a Heather, o a Tara, o a cualquiera de las otras personas que murieron para los estúpidos sacrificios, pero luego Deaton trató de explicarnos que todos tenían un motivo para aliarse con el enemigo, igual que Scott con Deucalion sin embargo aún sigo sin encontrar un solo motivo medianamente razonable que justifique las acciones de Meredith, en especial teniendo en cuenta que mi papá casi muere aplastado por toneladas de tierra y, por lo tanto, no estoy seguro de poder perdonarla.

Descubrir que mi novia había sido participe de todos los horribles acontecimientos ocurridos en los últimos meses me hacía sentir tan estúpido, tan usado, tan traicionado, tan furioso, pero sobre todo... herido, con la horrible sensación de que hay un enorme hoyo en mi pecho, como si me hubieran arrancado el corazón. Y es que técnicamente Meredith lo había hecho.

El huracán de emociones dentro de mí es tan grande que duele, respirar es cada vez más difícil de hacer y pensar en la traición de Meredith solo lo empeora. Con todas mis fuerzas trato de no pensar en Meredith, fallando estrepitosamente y enojándome tanto conmigo mismo que de pronto ya no sé si pienso en ella porque me siento completamente destrozado y no quisiera verla nunca más o porque me siento tan enfadado que quisiera tenerla frente para ahorcarla con mis propias manos.

Hace unas horas, para ser exactos: quince, que papá, los Argent, Isaac, Melissa y yo habíamos sido rescatados del lugar tipo sótano debajo del Nemeton. Meredith había estado allí, e hice todo lo posible para no estar cerca de ella en ese momento, no estaba listo para confrontarla ni mucho menos para escucharla. Aún no me siento listo para hacerlo.

—Stiles, ¿tienes hambre? —Al escuchar la voz de mi padre me volteo a mirarlo. Está parado en el umbral de mi puerta, vestido con un pantalón de mezclilla y una camiseta de manga larga de color café, con un mejor semblante que esta mañana.

—No, no tengo hambre —contesto y niego con la cabeza al mismo tiempo.

— ¿Seguro? Porque pensaba ordenar una pizza.

—Seguro —Esbozo mi mejor sonrisa y me giro, quedando de espaldas a él, sentado al estilo indio en la mitad de mi cuarto. Lo oigo suspirar y sé que no he hecho mi mejor actuación.

—De acuerdo, ¿qué ocurre? —No tengo tiempo suficiente para guardar las cosas frente a mí cuando él ya está a mi lado, sentado a la orilla de mi cama. Hago una mueca.

Isaac, Allison, Scott y yo prometimos no decirles a los padres sobre lo que sabíamos de Meredith, había sido mi idea para no complicar más las cosas o tal vez para evitar que ellos la rechazaran y evitarle ese dolor... Es probable que sea la persona más estúpida del mundo por intentar protegerla después de lo que hizo.

—No es nada, es solo que en unas semanas Meredith y yo cumplimos ocho meses de noviazgo y no sé qué regalarle —Decido contarle lo que habría sido mi más grande preocupación si ella no hubiera sido cómplice del darach.

—Bueno, a ella le gusta dibujar ¿cierto? Tal vez... Tal vez puedas hacerle tú un dibujo esta vez.

—Sí, porque soy Picasso —Me rasco la nuca y papá suspira—. No te preocupes, papá, me las arreglaré yo solo.