12 de Octubre 2014 (23 años)


Williams pareciera haber restado un par de años menos a su cuenta. Steven no lo dejaba estar sólo, primero porque decía que había pasado mucho tiempo solo y él quería cuidar de él. Al principio parecía buena idea de parte de papá, pero con el paso de los días pedía a Victoria llevar a pasear al pequeño para poder dormir su siesta en la tarde. 

Podía escuchar la risa estruendosa de William proveniente desde el antejardín hasta mi propia habitación. Stev a regaña dientes había dejado respirar a papá y lo obligué a tomar su siesta, dejándolo dormir en mi cama. Cerré la puerta con cuidado de no despertarlo y asomé mi cabeza por la puerta principal divisando a lo lejos como mi abuelo le mostraba impaciente las gardenias bien cuidadas a mamá e Ian.

Regresé hasta el patio lateral y desenvolví mi tapete para poder empezar a realizar mis ejercicios de Yoga. Había comenzado a realizarlos cuando nos mudamos con Victoria a Philadelphia, tía Sara los hacía sagradamente cada mañana y una mañana no recuerdo por qué es que la seguí y me enseñó lo básico. Luego hablando con mi psicóloga quien me trataba por el shock emocional por la muerte de papá me aconsejó seguir haciéndolo ya que ciertas posturas y ejercicios me harían relajar más y no tendría que estar todo el tiempo con pastillas. 

Amarro mi pelo en una improvisada coleta y comienzo con la rutina. Coloco las rodillas con los pies juntos, las nalgas sobre los talones y los brazos situados al lado del cuerpo. Luego, inclino el cuerpo hacia el suelo sin levantar las nalgas de los talones, coloco la frente sobre el tapete y relajo los brazos. Me quedo así un par de minutos hasta que siento que mi espalda se relaja lo suficiente y realizo otra postura hasta terminar con todos los pasos que siempre realizo. 

Cierro los ojos y cruzo mis piernas en posición mariposa, moviendo de un lado al otro mi cuello dejando que caiga por su propio peso, pero no duro mucho ya que el sonido de  mi celular me distrae. Bufo con hastío por no haberlo colocado el silencio, odio cuando interrumpen mi rutina.

Desbloqueo el celular y abro el mensaje de parte de Tyler que acababa de llegar.

" Princesa ponte cómoda. Te tengo una sorpresa". 

Releí el mensaje mientras me disponía a regresar a lo que había dejado anteriormente. No pude relajarme mucho ya que que escucho a mi madre gritar desde el antejardín lo que me hace poner en alerta y dejar todo tirado y correr hacia donde estaba. Pensar en que las mellizas llegarían aceleró aun mas mi corazón. Bajé con rapidez las pequeñas escaleras que llevaban hasta el exterior. 

- ¡Mamá que paso!- Dije alterada elevando mi rostro. Me detuve al ver que mi madre apretaba sin desmedro a Tyler entre sus brazos, casi dejándolo sin aire.  Apoyé mis manos en ambas rodillas para poder recuperar un poco el aliento. Menudo susto que me dio.

- Mira quienes vino a verte cariño- Dijo mi madre sosteniendo por el cuello al castaño pudiendo notar un par de lágrimas resbalar por el bordillo de los ojos de Victoria. - Lo siento, estas hormonas-No pude evitar reír, ganándome una mirada asesina de parte de ella.

- Cai cuando me ibas a decir que tu mamá había venido- Me reprochó él mientras recibía el apretado abrazo de Victoria. - Y con un paquete completo- Agregó tocando el vientre abultado de mamá a lo que recibió un pequeño manotazo de parte de ella.

- Llegó hace un par de días de imprevisto- Dije encogiéndome de hombros. 

- ¡Qué pasó, escuché a mamá gritar!- Un muy preocupado Paul había salido desde el interior de la casa.

- No pasa nada... sus hormonas- Dije apuntando hacia ella con la cabeza. 


Luego de un par mas de palabras cruzadas mamá y los demás decidieron entrar a la casa. Aún sin entender mucho el significado de su mensaje me acerqué a saludarlo, atrapando mi cuerpo contra el suyo estrujándome contra él en un profundo abrazo. Hundí mi rostro en su cuello sintiendo su fragancia mezclada con un ligero aroma a jabón perfumado. Como la última vez que nos habíamos visto. 

- Hola princesa, ¿estás lista?-

- Como quieres que lo esté si no me diste tiempo para hacerlo- Respondí a lo que él soltó una estruendosa carcajada.

- Lo siento, estaba muy nervioso- Se escusó encogiendo sus hombros levemente. Lo observé con gran duda ya que... ¿por qué diablos debería estar nervioso?. - ¿interrumpí algo?- Dice apuntando hacia mí. Había olvidado por completo que estaba vestida con ropa deportiva.

- Oh esto, no es nada- Dije tratando de sonar lo más tranquila. - Estaba haciendo un par de ejercicios hasta que escuché a la exagerada de Victoria gritar-

- ¡TE ESTOY ESCUCHANDO!- Escuchamos decir a mi madre con enojo. Rodee los ojos y tapé mi cara con vergüenza. Nunca se le quitaba lo chismosa. Oí a Tyler reír entre dientes por mi reacción. 

- Perdón si estabas ocupada, quería mostrarte un par de cosas nuevas- Volvió a escusarse a lo que yo negué rápidamente con la cabeza. 

- No te preocupes, dame unos minutos y estoy lista- Dije sonriente para luego ambos entrar a la casa. Victoria estaría encantada de bombardear al pobre de Joseph mientras yo me arreglaba.

Caminé a grandes zancadas hacia mi habitación, quitándome las zapatillas en el camino. Entré al baño y me deshice de la ropa.


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* Investigación y Ciencia-Mente y Cerebro, "Las emociones, cemento del recuerdo", Martial Van Der Linden y Arnaud D'Argembean.    


¡HI! Es un poco de relleno, pero del necesario xd

Besitos y gracias por leer <3 

PD: Hay un pequeño salseo del bueno en el otro capítulo :3

I'm Falling || Tyler joseph [ #FueledByPremios2017 ]Where stories live. Discover now