No necesito un salvador, necesito un amigo. (Connor Kenway x lector)

Celos ¿de nuevo?

-¿Dónde estoy?- Sentías que la cabeza te estallaría. – ¿Connor? ¿Kanen'tó:kon?- dijiste tocando tu cabeza y sentándote en el piso.

¿Estabas en una... celda? ¿Una especie de cárcel? No prestaste mucha atención a la habitación; pues parecía que habían hecho una celda improvisada mas no era una cárcel totalmente.

Había casacas rojas y hombres desconocidos custodiando la puerta de al parecer... ¿una bodega abandonada?

Espera un segundo, recordabas que la última vez que viste a Xavier había sido en una bodega abandonada y parecía ser la misma.

-Mira quién decidió despertar.- En efecto, era Xavier. Parecía que las balas no le habían causado daño alguno a sus piernas o al menos no muy grave, pues se encontraba de pie con las bendas en los lugares de la herida.

- ¿Dónde están mis compañeros?

-¿Te refieres al mestizo y al indio? O ¿te refieres a ese otro hombre que te ayudó? Espera... también es un mestizo.

- Sabes de quienes hablo. Imbécil.

Xavier sólo se dio la vuelta dándote la espalda e hizo una señal a dos hombres que traían a tus compañeros amarrados por ambas manos y Connor parecía tener una contusión en la frente, pues le brotaba sangre. Los casacas rojas los hicieron arrodillar y parecía que por la contusión ninguno de ellos tenía fueras para luchar.

-Déjalos salir de aquí ¿Yo soy con quién tienes problemas? ¿No?

-Obviamente los tienes conmigo pero... No está de más hacerte sufrir un poco.

-¿Cómo sé que no te aprovechaste de mí mientras dormía?

- No soy tan tonto como para no oírte gemir en mi cama.

Lo miraste con tal desprecio que parecía que los ojos te cambiaban de color; apretabas la mandíbula con demasiada fuerza que hizo rechinar tus dientes. En cambio Connor simplemente escuchaba esas palabras que lo hacían enojar y entristecer al mismo tiempo. Kanen'tó:kon simplemente no entendía que pasaba con su amigo y por qué actuaba así.

Planteaste por un momento la posibilidad de manipular a Xavier usando los ''dotes'' femeninos y así obtener algo. Pero recordabas que la última vez que hiciste eso te fue absolutamente mal pues trataron de matarte y terminaste en una casa de prostitución de la cual tuviste que escapar sin poder ayudar a las demás mujeres y niños víctimas de la trata. Además de que Connor podía no comprenderlo por lo que había pasado anteriormente.

Pero no había de otra era eso o dejar que éste tipejo trabajara con Lee y así causar un daño mayor.

-¿Sabes? Creo que yo he sido la tonta todo este tiempo.- Desabrochaste la túnica dejando ver parte de tu escote.

-Claro que sí- Dijo con las manos cruzadas- Espera ¿Qué?- Se acercó a tu celda.

- Sí- Lo miraste a los ojos como si estuvieras enamorada de él ¡puaj!- no me di cuenta que tenía a un hombre guapo, de buena familia, buenos sentimientos, con bastante dinero y además gran inteligencia y audacia.

-Muy halagador pero... ¿Cómo sé que no me mientes?

Oh oh, aquí había que intensificar algunas cosas de las que estabas segura que te arrepentirías.

-Pues libérame y puedo demostrarlo- Le dijiste enseñando a propósito tu escote.

-Me parece bien. ¡Liberen a mi chica! Rápido.