Celos, deber y un nuevo enemigo

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Hola a todos! Perdón por desaparecer un laaargo tiempo. Estoy en temporada de exámenes y la verdad el estrés no es bueno, me enfermé del estómago y eso me hizo dejar de escribir por un momento. Tenía que enfocarme en otras cosas pero aquí estoy!


En tus tiempos libres podías trabajar en la posada de la hacienda con Oliver y Corrine, los cuales estaban muy agradecidos y te ayudaban un poco económicamente aunque, ellos insistían en pagarte, para ti no era problema dar tus servicios gratis, pues como Aquiles decía, todos necesitaban de todos en la comunidad. Ellen la señora de la costura te ayudaba a zurcir tu ropa vieja mientras que su hija Diana y Tú algunas veces ayudaban al Dr. Lyle. Todos te aceptaron muy bien en poco tiempo, todos se hicieron tus amigos. Norris y Myriam eran los más cercanos Norris no dejaba de pedirte ayuda con Myriam a lo que tú preferías ayudarlo con calma.

-(nombre) quiero que vengas conmigo al sótano, hay algo que debo enseñarte- Dijo Aquiles

- ¿Qué es lo que pasa?- Dijiste detrás de Aquiles bajando las escaleras del sótano

-Has avanzado demasiado, tienes habilidades sorprendentes, tal vez fue por el entrenamiento que te dieron desde joven no lo sé. Ahora estás lista para ser un asesino, has pasado muy rápido de recluta hasta aquí, felicidades chica. Antes hacíamos ceremonias para estas cosas pero dado que no hay mucho tiempo y pueden descubrirnos, solo diré que bienvenida al gremio...

Sobre un muñeco de paja utilizado para los entrenamientos, se encontraba una túnica color blanca pero con detalles en un tono color vino, se veía delgada y pequeña, era una túnica para un cuerpo femenino, después de lo que dijo Aquiles le miraste los detalles, la tela, las mangas etc.

-Ah, esa cosa de mala calidad – Dijo Aquiles mirándote – Es un regalo, sé que te mereces mucho más, eres más disciplinada que Connor (ja) y es todo lo que he podido conseguir en tela pero Ellen hizo un buen trabajo...

-Aquiles yo... no sé qué decir, muchas gracias, la tela es muy fina y resistente. Tú y Connor me han entrenado muy bien, no olvidaré tus enseñanzas en cuerpo y mente, sobretodo en mente muchas gracias ¿Puedo abrazarte?

Aquiles movió la cabeza positivamente con una ligera sonrisa, recibiendo el abrazo. Cuando el abrazo terminó prosiguió

-Ah, una cosa más- Dijo sacando una carta de su bolso izquierdo- Tu padre manda ésta carta, me mandó una a mí diciendo que te mandaría una sorpresa, descuida, no leí la tuya. Debes de recordar que el trabajo no termina aquí, acaba de empezar.

-Lo sé Aquiles, tengo que trabajar muy duro para que los fines de los templarios o el mundo como quieren los templarios no se haga realidad.

Connor no se encontraba, necesitaba ir con algunos hermanos asesinos, pero no sabías por qué o a donde había ido, simplemente dijo que regresaría en unos cuantos días.

Al día siguiente monitoreabas en la frontera mientras te suministrabas de balas y armas, los materiales de un asesino. Había una mujer, no muy mayor, pero era de edad madura estaba afuera de la tienda hablando con algunos casacas rojas, probablemente era una general o algo parecido pero al salir ella te dio una mirada como si te conociera, intentando saber de dónde. Tú por amabilidad solo diste los buenos días, pero ella te siguió hasta desaparecer cerca de una plantación de maíz, cerca había un granero hasta donde esa mujer te siguió, se acercó a ti tomando tu hombro

-¡Vaya! Cuanto has crecido, te pareces mucho a tu padre...

-¿Quién es usted?...

-Solo soy una mujer muy poderosa que podría hacer que las disputas entre asesinos y templarios termine.

No necesito un salvador, necesito un amigo. (Connor Kenway x lector)Where stories live. Discover now